El X-59, un avión supersónico silencioso desarrollado por la NASA en colaboración con Lockheed Martin, representa un hito en la aviación. Este proyecto, iniciado en 2018 con una inversión de 248 millones de dólares, busca superar uno de los mayores desafíos de la aviación supersónica: el estruendo sónico. El X-59 está diseñado para volar a 1.4 veces la velocidad del sonido (aproximadamente 1,485 km/h) mientras produce un sonido mucho más suave, comparable al cierre de la puerta de un automóvil.
El diseño innovador del X-59 es clave para su funcionamiento silencioso. Con 30 metros de largo y 9 metros de ancho, su característica más distintiva es su nariz alargada, que ayuda a dispersar las ondas de choque responsables del boom sónico. Esta configuración única también ha llevado a una cabina sin ventana frontal, en su lugar, el piloto se guía mediante un sistema de visión externa que utiliza cámaras de alta definición y realidad aumentada.

El avión está actualmente en fase de pruebas, incluyendo pruebas de sistemas integrados y funcionamiento del motor, antes de su primer vuelo oficial previsto para este año. Este vuelo inaugural marcará el comienzo de una serie de pruebas que evaluarán la viabilidad del X-59 en entornos urbanos y su impacto acústico en las comunidades.