En conmemoración del 23º aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el Programa de Salud del World Trade Center (WTC) ha decidido ampliar su inscripción para incluir a más primeros respondedores que ayudaron en los sitios del vuelo 93 en Shanksville, Pennsylvania y en el Pentágono. La actualización, realizada el 12 de septiembre de 2024, responde a la necesidad de proporcionar atención médica a estos héroes silenciosos que estuvieron expuestos a carcinógenos y otras toxinas durante sus labores de rescate y limpieza.
Hasta el momento, aproximadamente 150 personas que respondieron en Shanksville se han inscrito en el programa, aunque se estima que más de 1,000 participaron en las operaciones de rescate en el sitio del vuelo 93. Esta ampliación de la elegibilidad incluye a empleados de agencias federales y miembros de los servicios uniformados que estuvieron en contacto con sustancias tóxicas como el combustible de avión.
El Programa de Salud del WTC ofrece acceso a atención médica gratuita para 69 tipos de cáncer y otras enfermedades relacionadas con la exposición a toxinas. La inscripción en este programa es crucial para que los primeros respondedores reciban el apoyo y la atención médica que necesitan para hacer frente a los problemas de salud derivados de su exposición. Aunque no se requiere la intervención de un abogado para la inscripción, estos profesionales pueden ser útiles para manejar la documentación necesaria.
Una de las voces más prominentes que han destacado la importancia de este programa es Lillie Leonardi, una exespecialista en asuntos comunitarios del FBI. Leonardi compartió su experiencia y los efectos a largo plazo de haber estado expuesta a las condiciones del sitio del accidente. Ha sufrido de PTSD y depresión, y subrayó que la inscripción en el programa es vital para recibir una atención médica adecuada y especializada.
En la ceremonia de conmemoración del 11 de septiembre, se rindió homenaje a las víctimas del vuelo 93 con el sonido de campanas 40 veces, un gesto solemne en honor a aquellos que perdieron la vida cuando el avión se estrelló en un campo de Somerset County, Pennsylvania, después de que los pasajeros tomaran medidas contra los secuestradores.
Michael Barasch, abogado que representa a muchos de estos primeros respondedores, también resaltó la urgencia de que estos individuos se inscriban en el programa. "La necesidad de que estos individuos se inscriban en el programa es imperativa para acceder a atención médica especializada."
Además del programa de salud, el Fondo de Compensación para Víctimas (VCF), financiado por el gobierno federal, se estableció para compensar a las víctimas de los ataques del 11 de septiembre por daños físicos y enfermedades relacionadas con la exposición a toxinas durante los eventos.
La expansión del Programa de Salud del World Trade Center representa un paso significativo en el reconocimiento y apoyo a aquellos que arriesgaron sus vidas en los días y meses siguientes a los ataques del 11 de septiembre. A medida que más primeros respondedores se inscriban y reciban la atención médica necesaria, estos valientes individuos pueden obtener el respaldo que necesitan para enfrentar los desafíos de salud derivados de su heroico servicio.
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