El 4 de agosto de 2025, el Zoológico de Aalborg solicitó públicamente donaciones de animales domésticos sanos, incluyendo pollos, conejos, cobayas y caballos vivos, para ser sacrificados y empleados como alimento destinado a sus carnívoros. El zoológico anunció que el sacrificio sería realizado por personal especializado, garantizando un procedimiento considerado "suave" y afirmando que todos los restos serían aprovechados. En la convocatoria, el zoológico destacó que mantener una cadena alimenticia lo más natural posible es crucial tanto para el bienestar de los animales bajo su cuidado como para preservar la integridad profesional del recinto.
La institución argumentó que especies como el lince europeo dependen de presas enteras, que reflejan mejor lo que consumirían en estado salvaje, y que los pollos, conejos y cobayas constituyen una parte importante de la alimentación regular de estos depredadores. El zoológico puntualizó también que aceptará caballos vivos, los cuales serán sacrificados y destinados al consumo humano. Para la entrega de caballos, es obligatoria la presentación del pasaporte equino del animal y sus dueños pueden acceder a una deducción fiscal basada en el peso del animal donado.
La invitación, difundida a través de redes sociales junto con imágenes ilustrativas, incluye un enlace informativo detallando el programa de eutanasia y alimentación de mascotas, y advierte que las necesidades de donaciones varían durante el año, lo que podría generar una lista de espera para la aceptación de animales.
La propuesta ha generado reacciones diversas en la opinión pública. Mientras algunos usuarios han calificado la iniciativa como "un invento enfermizo", otros han mostrado su respaldo, compartiendo experiencias previas de donación y resaltando la tranquilidad del proceso. Según Pia Nielsen, esta práctica es habitual en Dinamarca, y muchos colaboradores y visitantes la ven como una oportunidad valiosa para contribuir.
El anuncio de Aalborg tiene lugar poco después de que un zoológico en Nuremberg, Alemania, sacrificara a 12 babuinos de Guinea por falta de espacio y los utilizara como alimento para leones, evento que desencadenó protestas públicas notables, como la de una mujer que se adhirió al suelo de la entrada en señal de desaprobación.