En un discurso pronunciado el 21 de abril de 2025 en el marco de la Semana del Clima de San Francisco, el exvicepresidente estadounidense Al Gore realizó una comparación entre la gestión del actual presidente Donald Trump y el Tercer Reich de la Alemania de los años 30. Gore sostuvo ante una audiencia compuesta por unos 150 activistas climáticos y responsables políticos que la administración Trump está “tratando de crear su propia versión preferida de la realidad”, evocando tácticas empleadas por el partido nazi.
Gore aclaró que, si bien considera incorrecto equiparar el régimen nazi con otros movimientos, enfatizó que de la historia de aquel "emergente mal" se extraen lecciones cruciales en materia de manipulación de la verdad. Durante su intervención, denunció que en los primeros tres meses y un día de la actual administración se han implementado acciones para frenar la transición a energías limpias y reducir el uso de combustibles fósiles en Estados Unidos.
El exvicepresidente detalló varias afirmaciones atribuidas al gobierno de Trump, entre ellas que la crisis climática sería un “engaño inventado por los chinos para destruir la manufactura estadounidense”, que el carbón es una “fuente de energía limpia”, que los aerogeneradores causan cáncer, y que el aumento del nivel del mar solo incrementa las propiedades frente al mar.
Durante su análisis, Gore citó al filósofo alemán Theodor Adorno, destacando que “el primer paso en el descenso al infierno de Alemania fue la conversión de todas las cuestiones de verdad en cuestiones de poder”, refiriéndose a los peligros de sustituir la verdad por intereses políticos. Según Gore, la administración Trump insiste en imponer su propia versión de la realidad, difuminando la frontera entre lo verdadero y lo falso.
El discurso tuvo lugar en un contexto en el cual otros ex presidentes, como Joe Biden y Barack Obama, han emitido críticas recientes hacia la gestión de Donald Trump, aunque evitando mencionarlo directamente. A diferencia de ellos, Gore llamó a la acción al señalar que Estados Unidos está “bajo ataque” y remarcó la urgencia de enfrentar la crisis climática y de salvaguardar la integridad de los hechos en el debate público.
La intervención de Gore se distinguió por la contundencia de sus señalamientos contra las políticas y la retórica del actual gobierno, resaltando la relevancia de aprender de la historia frente a la manipulación de la verdad y la necesidad de actuar en defensa del medio ambiente y la veracidad en la política estadounidense.