El Parlamento Alemán (Bundestag) aprobó este 18 de marzo de 2025 un histórico paquete legislativo que autoriza un vasto programa de inversiones y la flexibilización de las reglas fiscales de deuda del país. La medida fue avalada por una mayoría de 513 votos frente a 207, sin abstenciones, superando ampliamente el mínimo requerido de 489 votos para su aprobación.
El paquete, promovido por el canciller en funciones Friedrich Merz junto a la coalición integrada por el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes, incluye un fondo de 500.000 millones de euros (equivalentes a 545.000 millones de dólares), concebido para financiamientos de infraestructura durante los próximos 12 años. Además, establece un cambio significativo en la política fiscal de Alemania al permitir que los gastos en defensa que superen el 1% del PIB queden exentos del llamado "freno de deuda", que limita normalmente el déficit estructural a un 0,35% del PIB.
Friedrich Merz justificó este drástico incremento en el gasto público argumentando la necesidad de adaptarse al contexto geopolítico actual marcado por la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la amenaza que supone para Europa. De hecho, el nuevo marco abre la posibilidad de destinar más de un billón de euros en gastos de defensa durante la próxima década, representando un cambio de rumbo significativo en una política fiscal históricamente conservadora en materia de deudas.
Paralelamente, se aprobó un paquete adicional de 3.000 millones de euros para proporcionar ayuda militar a Ucrania, decisiones que fueron celebradas por líderes europeos como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Emmanuel Macron, presidente de Francia, quienes valoraron el paso como esencial para la seguridad del continente.
Sin embargo, estas decisiones no estuvieron exentas de controversia. La oposición, liderada por el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) y Die Linke, criticó el precipitado proceso legislativo, argumentando que la medida fue forzada por el gobierno saliente antes de la instalación del nuevo parlamento el próximo 25 de marzo, dejando atrás procedimientos democráticos adecuados.
El ministro de Defensa, Boris Pistorius, consideró que el paquete es indispensable ante los desafíos de una "nueva era para Europa", enfatizando en la necesidad de un bloque europeo más fuerte y preparado ante amenazas externas. Las reformas reflejan un cambio palpable en la predisposición de Alemania a asumir mayores riesgos financieros en aras de la seguridad y su infraestructura, aspecto que históricamente generaba resistencia en el país debido a restricciones legales y consideraciones derivadas de su pasado bélico.
En resumen, las medidas aprobadas el 18 de marzo representan un punto de inflexión para Alemania al incluir:
- 500.000 millones de euros destinados a infraestructura en un periodo de 12 años.
- Exención de las limitaciones presupuestarias a gastos en defensa que superen el 1% del PIB.
- Una inyección potencial de más de un billón de euros destinados a armamento en la próxima década.
- 3.000 millones de euros en ayuda militar para Ucrania.
Este cambio de rumbo fiscal busca reposicionar a Alemania frente a las crecientes tensiones globales tras la invasión rusa y fortalecer su capacidad de preparación y respuesta en materia de defensa. No obstante, el rápido avance legislativo y la magnitud del gasto comprometido prometen un amplio debate tanto dentro como fuera de sus fronteras.