Investigadores de la Universidad de Illinois han identificado que la inclusión de miel en el yogur puede mejorar significativamente la supervivencia de bacterias probióticas, específicamente Bifidobacterium animalis (B. animalis), reconocidas por sus beneficios para la salud intestinal. Los estudios sugieren que una cucharada de aproximadamente 21 gramos de miel por cada porción de yogur de 170 gramos puede potenciar estos efectos positivos.
Dos estudios diferentes formaron la base de esta investigación. En el primero, denominado Estudio de Simulación de Digestión, se evaluaron cuatro variedades de miel: alfalfa, trigo sarraceno, trébol y flor de naranja. En condiciones de laboratorio, se simuló la digestión mediante soluciones que imitaban la saliva, el ácido estomacal y los fluidos intestinales. Los resultados mostraron que, aunque la miel no tuvo un impacto significativo en la supervivencia de B. animalis en la saliva o el ácido estomacal, sí lo tuvo en el entorno intestinal simulado. La miel de trébol se destacó como la más efectiva.
El segundo estudio, Estudio en Humanos, incluyó a 62 adultos sanos en un ensayo controlado aleatorio. Los participantes consumieron yogur con miel de trébol durante dos semanas, seguidas por yogur tratado térmicamente. En un segundo ensayo, 36 de estos participantes también consumieron yogur con azúcar. Los resultados indicaron que el yogur con miel mejoró la supervivencia de las bacterias probióticas. Sin embargo, no se observaron cambios significativos en el tiempo de tránsito intestinal, la frecuencia de las deposiciones, el estado de ánimo ni la cognición.
En cuanto a las consideraciones nutricionales, aunque la miel presenta propiedades beneficiosas, se sigue clasificando como un azúcar añadido. Por esta razón, los investigadores aconsejan a los consumidores, especialmente a los estadounidenses, que controlen su ingesta de azúcar para mantener un peso corporal saludable. Se sugiere que una cucharada de miel en yogur sin endulzar puede ser una opción saludable en una dieta equilibrada. Una cucharada de miel de trébol en el yogur no solo añade dulzura, sino también un mayor soporte para las bacterias probióticas, mejorando así la salud intestinal.
Los estudios fueron publicados en la Journal of Nutrition y destacan cómo la combinación de yogur y miel puede integrarse beneficiosamente en la dieta mediterránea, reconocida por sus numerosos beneficios para la salud. Las investigaciones referenciadas incluyen:
- Alvarado, D. A., et al. (2024). "Honey varietals differentially impact Bifidobacterium animalis ssp lactis survivability in yogurt through simulated in vitro digestion." Journal of Nutrition, 154(3), 866–874.
- Mysonhimer, A. R., et al. (2024). "Honey Added to Yogurt with Bifidobacterium animalis subsp. lactis DN-173 010/CNCM I-2494 Supports Probiotic Enrichment but Does Not Reduce Intestinal Transit Time in Healthy Adults: A Randomized, Controlled, Crossover Trial." Journal of Nutrition.
Esta investigación pone de relieve el potencial de la miel no solo como un endulzante, sino también como un agente capaz de mejorar la salud intestinal ayudando a la supervivencia de bacterias beneficiosas.