Mundo

Funcionario del FBI Despedido Sugiere que Donald Trump es un Agente Ruso de Facto

Andrew McCabe, exdirector adjunto del FBI despedido por Donald Trump en 2018, ha declarado que el expresidente podría considerarse un agente activo ruso debido a sus relaciones y comportamientos inusuales con el presidente ruso Vladimir Putin.

Mundo

Funcionario del FBI Despedido Sugiere que Donald Trump es un Agente Ruso de Facto

Andrew McCabe, exdirector adjunto del FBI despedido por Donald Trump en 2018, ha declarado que el expresidente podría considerarse un agente activo ruso debido a sus relaciones y comportamientos inusuales con el presidente ruso Vladimir Putin.

"Lo creo, lo creo"

- Afirmó Andrew McCabe sobre la posibilidad de que Trump tenga una relación problemática con Rusia.

13/9/2024

El exdirector adjunto del FBI Andrew McCabe, quien fue despedido por Donald Trump en marzo de 2018, ha sugerido públicamente que el expresidente podría ser considerado un agente ruso de facto (De facto" es una expresión en latín que significa "en la práctica"). En una entrevista en un podcast reciente, McCabe expresó su filosofía diciendo: "Lo creo, lo creo", refiriéndose a la posible relación problemática entre Trump y Rusia.

Los comentarios de McCabe se centran en las interacciones frecuentes y poco ortodoxas entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin. Estas incluyen llamadas telefónicas y reuniones cara a cara, las cuales han suscitado preguntas sobre el enfoque del expresidente hacia Rusia y sus intereses en los Estados Unidos.

Durante un reciente debate en Filadelfia, Trump afirmó que si hubiera sido presidente, Rusia no habría invadido Ucrania. Sugirió además que sería mejor negociar un acuerdo para poner fin a la guerra, aunque no mostró un compromiso claro para apoyar una victoria ucraniana como un interés estadounidense. En respuesta, la vicepresidenta Kamala Harris defendió su rol en la preservación de la capacidad de Ucrania para luchar por su independencia, advirtiendo que, sin ese apoyo, Vladimir Putin podría haber expandido su influencia hasta Europa, comenzando por Polonia.

McCabe, quien tuvo un papel significativo en las investigaciones del FBI sobre la interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016, no ocultó su inquietud ante la perspectiva de un posible segundo mandato de Trump. Según McCabe, la interferencia rusa en los asuntos estadounidenses se ha mantenido como un problema persistente, y la relación de Trump con Putin es excepcionalmente inusual en comparación con la de otros presidentes estadounidenses, lo que levanta sospechas sobre sus verdaderas motivaciones.

Además de su despido, McCabe enfrentó una investigación criminal por supuestamente mentir sobre una filtración a los medios, aunque esta investigación fue cerrada en 2020. En octubre de 2021, llegó a un acuerdo en una demanda contra el Departamento de Justicia. La entrevista en la que realizó sus comentarios se llevó a cabo antes de que Trump hiciera sus polémicas declaraciones en el debate, en el que también criticó a Kamala Harris por no haber evitado la guerra mediante conversaciones personales.

La discusión sobre la posible influencia rusa y la relación de Trump con Putin ocurre en un contexto en el que el Departamento de Justicia está investigando a influenciadores pro-Trump, quienes, presuntamente, fueron pagados para promover puntos de vista favorables a Rusia. Esto añade una capa más compleja al panorama político estadounidense y resalta la importancia de la transparencia y la integridad en las relaciones internacionales.

Algo Curioso
Andrew McCabe fue despedido del FBI dos días antes de su jubilación en marzo de 2018.

"Lo creo, lo creo"

- Afirmó Andrew McCabe sobre la posibilidad de que Trump tenga una relación problemática con Rusia.

Sep 13, 2024
Colglobal News

El exdirector adjunto del FBI Andrew McCabe, quien fue despedido por Donald Trump en marzo de 2018, ha sugerido públicamente que el expresidente podría ser considerado un agente ruso de facto (De facto" es una expresión en latín que significa "en la práctica"). En una entrevista en un podcast reciente, McCabe expresó su filosofía diciendo: "Lo creo, lo creo", refiriéndose a la posible relación problemática entre Trump y Rusia.

Los comentarios de McCabe se centran en las interacciones frecuentes y poco ortodoxas entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin. Estas incluyen llamadas telefónicas y reuniones cara a cara, las cuales han suscitado preguntas sobre el enfoque del expresidente hacia Rusia y sus intereses en los Estados Unidos.

Durante un reciente debate en Filadelfia, Trump afirmó que si hubiera sido presidente, Rusia no habría invadido Ucrania. Sugirió además que sería mejor negociar un acuerdo para poner fin a la guerra, aunque no mostró un compromiso claro para apoyar una victoria ucraniana como un interés estadounidense. En respuesta, la vicepresidenta Kamala Harris defendió su rol en la preservación de la capacidad de Ucrania para luchar por su independencia, advirtiendo que, sin ese apoyo, Vladimir Putin podría haber expandido su influencia hasta Europa, comenzando por Polonia.

McCabe, quien tuvo un papel significativo en las investigaciones del FBI sobre la interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016, no ocultó su inquietud ante la perspectiva de un posible segundo mandato de Trump. Según McCabe, la interferencia rusa en los asuntos estadounidenses se ha mantenido como un problema persistente, y la relación de Trump con Putin es excepcionalmente inusual en comparación con la de otros presidentes estadounidenses, lo que levanta sospechas sobre sus verdaderas motivaciones.

Además de su despido, McCabe enfrentó una investigación criminal por supuestamente mentir sobre una filtración a los medios, aunque esta investigación fue cerrada en 2020. En octubre de 2021, llegó a un acuerdo en una demanda contra el Departamento de Justicia. La entrevista en la que realizó sus comentarios se llevó a cabo antes de que Trump hiciera sus polémicas declaraciones en el debate, en el que también criticó a Kamala Harris por no haber evitado la guerra mediante conversaciones personales.

La discusión sobre la posible influencia rusa y la relación de Trump con Putin ocurre en un contexto en el que el Departamento de Justicia está investigando a influenciadores pro-Trump, quienes, presuntamente, fueron pagados para promover puntos de vista favorables a Rusia. Esto añade una capa más compleja al panorama político estadounidense y resalta la importancia de la transparencia y la integridad en las relaciones internacionales.

El exdirector adjunto del FBI Andrew McCabe, quien fue despedido por Donald Trump en marzo de 2018, ha sugerido públicamente que el expresidente podría ser considerado un agente ruso de facto (De facto" es una expresión en latín que significa "en la práctica"). En una entrevista en un podcast reciente, McCabe expresó su filosofía diciendo: "Lo creo, lo creo", refiriéndose a la posible relación problemática entre Trump y Rusia.

Los comentarios de McCabe se centran en las interacciones frecuentes y poco ortodoxas entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin. Estas incluyen llamadas telefónicas y reuniones cara a cara, las cuales han suscitado preguntas sobre el enfoque del expresidente hacia Rusia y sus intereses en los Estados Unidos.

Durante un reciente debate en Filadelfia, Trump afirmó que si hubiera sido presidente, Rusia no habría invadido Ucrania. Sugirió además que sería mejor negociar un acuerdo para poner fin a la guerra, aunque no mostró un compromiso claro para apoyar una victoria ucraniana como un interés estadounidense. En respuesta, la vicepresidenta Kamala Harris defendió su rol en la preservación de la capacidad de Ucrania para luchar por su independencia, advirtiendo que, sin ese apoyo, Vladimir Putin podría haber expandido su influencia hasta Europa, comenzando por Polonia.

McCabe, quien tuvo un papel significativo en las investigaciones del FBI sobre la interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016, no ocultó su inquietud ante la perspectiva de un posible segundo mandato de Trump. Según McCabe, la interferencia rusa en los asuntos estadounidenses se ha mantenido como un problema persistente, y la relación de Trump con Putin es excepcionalmente inusual en comparación con la de otros presidentes estadounidenses, lo que levanta sospechas sobre sus verdaderas motivaciones.

Además de su despido, McCabe enfrentó una investigación criminal por supuestamente mentir sobre una filtración a los medios, aunque esta investigación fue cerrada en 2020. En octubre de 2021, llegó a un acuerdo en una demanda contra el Departamento de Justicia. La entrevista en la que realizó sus comentarios se llevó a cabo antes de que Trump hiciera sus polémicas declaraciones en el debate, en el que también criticó a Kamala Harris por no haber evitado la guerra mediante conversaciones personales.

La discusión sobre la posible influencia rusa y la relación de Trump con Putin ocurre en un contexto en el que el Departamento de Justicia está investigando a influenciadores pro-Trump, quienes, presuntamente, fueron pagados para promover puntos de vista favorables a Rusia. Esto añade una capa más compleja al panorama político estadounidense y resalta la importancia de la transparencia y la integridad en las relaciones internacionales.

Algo Curioso
Andrew McCabe fue despedido del FBI dos días antes de su jubilación en marzo de 2018.

PODRÍA INTERESARTE
 

No tienes acceso

Necesitas una membresía para acceder al contenido de este sitio.
Por favor Regístrate o Ingresa