La Cámara de Representantes de Colombia dio su aval definitivo al proyecto de reforma pensional, sin mayores debates. La nueva normativa, que ya había sido aprobada por el Senado, establece un umbral de cotización a Colpensiones fijado en 2.3 salarios mínimos y elimina la competencia entre dicha entidad y los fondos privados de pensiones. Además, la administración del nuevo fondo de ahorro pensional estará a cargo del Banco de la República. La ponente Martha Alfonso fue enfática al señalar que "era esto o nada", haciendo alusión a la necesidad imperiosa de esta reforma.
El proyecto recibió 86 votos favorables frente a 32 en contra. La votación evitó que la reforma se hundiera por falta de tiempo y permitió que el texto no requiriera conciliación con el Senado, quedando listo para la sanción del presidente Gustavo Petro. La norma, que entrará en vigencia en julio de 2025, representa la primera gran reforma social del gobierno actual en casi dos años y es la modificación más significativa al sistema de seguridad social desde la Ley 100 de 1993.
La reforma introduce un sistema de cuatro pilares, incluyendo una renta básica destinada a adultos en edad de pensión. Sin embargo, durante la sesión se escucharon varias críticas por la ausencia de ministros para participar en el debate y las inquietudes sobre la sostenibilidad fiscal a largo plazo de la propuesta. La oposición manifestó que las medidas no mejoran la cobertura del sistema.
Además, el expresidente Iván Duque criticó vehementemente la reforma, advirtiendo sobre los posibles riesgos de convertir a Colpensiones en un "cajero automático" para financiar proyectos políticos, lo que según él, generaría una deuda considerable para futuras generaciones. Pese a las objeciones, el Gobierno logró sortear las dificultades y avanzar hacia uno de sus proyectos más ambiciosos. La reforma busca establecer un sistema de pensiones más equitativo y sostenible, aunque enfrenta desafíos críticos en su implementación y aceptación.