En 2025, informes provenientes de agencias internacionales señalan que fuerzas aéreas chinas, empleando sus cazas de última generación, lograron una superioridad significativa sobre la fuerza aérea de la India en una serie de simulacros y ejercicios militares realizados en el espacio aéreo asiático. De acuerdo con análisis publicados por Bloomberg y otras plataformas especializadas, el desempeño de los aviones chinos fue determinante en escenarios de conflicto simulados.
Los aviones chinos involucrados incluyeron modelos como el Chengdu J-20 y el Shenyang J-16, equipados con sistemas de radar avanzados y misiles de largo alcance. En los ejercicios, estos aparatos superaron a los Sukhoi Su-30MKI y Dassault Rafale operados por la India, desplazando el balance estratégico a favor de Pekín. Las simulaciones efectuadas mostraron una tasa de éxito del 70% para los pilotos chinos en misiones de superioridad aérea y neutralización de objetivos estratégicos indios.
La intensificación de estas maniobras ocurre en el contexto de una escalada de tensiones fronterizas y una carrera armamentista regional. Fuentes militares remarcan que China ha incrementado en un 20% su capacidad operativa aérea en la región en el último año, mientras la India busca contrarrestar esta ventaja actualizando su flota y reforzando sus defensas antiaéreas.
La situación es seguida de cerca por observadores internacionales, quienes advierten sobre el impacto de la creciente rivalidad tecnológica y estratégica en la estabilidad de Asia. Especialistas resaltan que el dominio alcanzado por la aviación militar china plantea nuevos desafíos para el diseño de políticas de defensa y disuasión en la región.
Así, los episodios recientes consolidan la percepción de que la superioridad tecnológica y logística de China en el sector aéreo se ha traducido en ventajas operativas tangibles respecto a la India, marcando un cambio notable en el balance militar del continente asiático.