El 27 de enero de 2025, se reportó el asesinato de Hira Anwar, una joven de 14 años, en la ciudad de Quetta, ubicada en el suroeste de Pakistán. El principal sospechoso, su padre Anwar ul-Haq, había regresado recientemente al país desde Nueva York y ha sido arrestado por el crimen.
Hira Anwar era activa en la plataforma de redes sociales TikTok, donde compartía videos que su familia consideraba "objetables". Según la policía, Anwar ul-Haq y otros miembros de la familia se oponían a su forma de vestir, estilo de vida y las personas con las que se reunía. La joven había sido atraída a Pakistán con el pretexto de visitar a familiares antes de ser asesinada por su propio padre.
Inicialmente, Anwar ul-Haq intentó desviar la culpa, afirmando que hombres no identificados habían disparado contra su hija. Sin embargo, posteriormente confesó haber cometido el crimen. La policía está investigando el caso como un posible "crimen de honor", un fenómeno trágicamente común en Pakistán, donde cientos de mujeres son asesinadas cada año por miembros de sus propias familias quienes afirman hacerlo en defensa del "honor" familiar.
En caso de ser declarado culpable de un crimen de honor, Anwar ul-Haq podría enfrentar una pena de prisión de por vida, de acuerdo con una ley implementada en 2016 que eliminó la posibilidad de que los perpetradores de estos crímenes eviten la cárcel si son perdonados por la familia de la víctima. La policía ha detenido también al cuñado de Anwar ul-Haq, quien está siendo investigado por su posible participación en el caso.
La familia de Hira había vivido en Estados Unidos durante 25 años antes de regresar a Pakistán. Las autoridades han incautado su teléfono, el cual está bloqueado y podría proporcionar información adicional sobre su actividad en redes sociales.
Este caso se suma a otros incidentes notables de asesinatos por honor en Pakistán. Uno de los casos más destacados fue el de Qandeel Baloch, una estrella de las redes sociales, asesinada por su propio hermano en 2016, quien luego fue absuelto tras confesar el crimen. Otro caso reciente involucró a una pareja pakistaní en Italia, sentenciados a cadena perpetua por matar a su hija de 18 años por rechazar un matrimonio arreglado. Los llamados "crímenes de honor" son una práctica que aún persiste en varias regiones del mundo, incluyendo Pakistán, a pesar de los esfuerzos legales y sociales para erradicarlos. Según estimaciones, cientos de mujeres son víctimas de estos crímenes cada año.