El coronel en retiro Élmer Fernández, de 57 años, fue asesinado el 16 de mayo de 2024 en una vía principal de Bogotá mientras se movilizaba en su vehículo. El ataque ocurrió en la localidad de Barrios Unidos, donde Fernández, director del centro penitenciario La Modelo, recibió un disparo que le causó la muerte en el lugar de los hechos. El automóvil en el que se desplazaba, un Nissan Kicks gris, no contaba con blindaje, lo que facilitó el atentado. Fernández había asumido la dirección de La Modelo el 4 de abril del mismo año y ya había recibido amenazas previas.
La investigación inicial apunta a dos posibles instigadores del crimen: Pedro Pluma y Pipe Tuluá, líderes de bandas delictivas dentro y fuera del centro penitenciario. Una semana antes del asesinato, Pedro Pluma había enviado un panfleto amenazante a Fernández. Por su parte, Pipe Tuluá, desde prisión, también estaba vinculado a actividades delictivas. Las autoridades desplegaron un plan candado en Bogotá para capturar a los responsables, y el ministro de Justicia, Néstor Osuna, afirmó tener "indicios certeros" sobre los culpables.
Tras el asesinato, el gobierno reforzó las medidas de seguridad para los funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC). Se convocó un consejo extraordinario de seguridad para abordar la crisis y definir estrategias para proteger a los funcionarios penitenciarios. Además, las autoridades continúan las investigaciones para esclarecer el crimen y capturar a los responsables, subrayando la gravedad de la situación en el sistema carcelario colombiano.
El presidente Gustavo Petro y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, expresaron su pesar por la muerte del coronel Fernández. Petro destacó la labor de Fernández en la imposición de disciplina y requisas en la cárcel La Modelo, mientras que Galán llamó a trabajar conjuntamente para garantizar la seguridad de todos. El asesinato de Fernández pone de relieve la crisis de seguridad que enfrentan los funcionarios del INPEC, reflejando la violencia y los desafíos que persisten en el sistema penitenciario colombiano.