El 14 de octubre de 2024, un ataque aéreo por parte de las fuerzas israelíes tuvo lugar cerca del hospital Al-Aqsa Martyrs, en la localidad de Deir al-Balah, Gaza. La operación resultó en la muerte de al menos cuatro personas. Entre las víctimas se encuentra Sha’ban al-Dalou, un joven estudiante de ingeniería de software de 19 años.
El ataque provocó un incendio en el que al-Dalou, que estaba conectado a un gotero intravenoso, terminó quemándose vivo. Este trágico suceso fue grabado en video y rápidamente difundido en redes sociales, alcanzando más de 1.2 millones de visualizaciones en Instagram.
Sobrevivientes del ataque han mencionado que el incendio se debió a la explosión de canisters de gas de cocina, mientras que voceros israelíes atribuyen el fuego a "explosiones secundarias". La organización israelí Looking the Occupation in the Eye declaró que tales actos son una muestra de la pérdida de humanidad en el conflicto, aunque no los consideran una política de exterminio.
Este incidente se produce en un contexto más amplio de escalada en el conflicto entre Israel y Palestina. Según informes, más de 2,000 libaneses han muerto a manos de las fuerzas israelíes en circunstancias relacionadas, y un reciente ataque de drones de Hezbollah resultó en la muerte de cuatro soldados israelíes y aproximadamente 60 heridos.
Además, en Gaza, el asedio y la escasez de alimentos han provocado advertencias sobre la posible transferencia forzada de civiles palestinos del norte de la región hacia zonas más seguras.
La muerte de al-Dalou ha sido comparada por algunos con el caso de Emmett Till en Estados Unidos, sugiriendo que su imagen podría convertirse en un símbolo de la brutalidad del conflicto israelí-palestino. Observadores han descrito la situación en Gaza como una guerra de “aniquilación”, y se ha instado a la comunidad internacional a tomar medidas decisivas para frenar la violencia cada vez mayor en la región.