El incidente ocurrió en las primeras horas del 3 de junio cerca de la rotonda al-Alam, a aproximadamente un kilómetro del punto de distribución de ayuda en Rafah. Testigos informaron que el ataque, perpetrado con tanques, drones y helicópteros israelíes, se produjo alrededor de las 5:00 a.m., cuando una multitud de civiles se encontraba reunida desde la madrugada en espera de alimentos.
El saldo confirmado es de 27 palestinos fallecidos, entre ellos tres menores de edad y dos mujeres. Más de 160 personas resultaron heridas, la mayoría con lesiones por proyectiles o esquirlas. El hospital Nasser, en Khan Younis, recibió a 184 heridos; 19 de ellos fueron declarados muertos a su llegada y otros ocho perdieron la vida posteriormente debido a la gravedad de sus heridas.
Este es el tercer incidente similar en el transcurso de tres días. El 1 de junio, más de 30 palestinos murieron mientras acudían a recibir ayuda, y el 2 de junio, otras tres personas perdieron la vida y decenas más resultaron heridas en otro incidente. El balance de víctimas en ataques relacionados con la obtención de ayuda humanitaria durante este periodo supera las 100 muertes.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) confirmaron haber realizado “fuego de advertencia” hacia individuos que consideraron amenazantes, sin detallar la razón ni identificar los objetivos específicos. Por su parte, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), responsable de organizar la distribución de ayuda, aseguró que sus actividades se llevaron a cabo de manera segura y sin incidentes. Sin embargo, testigos presenciales describieron escenas de caos y pánico, con múltiples víctimas siendo trasladadas de inmediato a centros hospitalarios.
La crisis humanitaria en Gaza es cada vez más severa, con un aumento significativo de personas en riesgo de inanición. La GHF ha sido criticada debido a que la logística de distribución obliga a los civiles a recorrer largas distancias para acceder a recursos alimenticios limitados.
A nivel internacional, el secretario general de la ONU, António Guterres, solicitó una investigación independiente sobre estos incidentes, mientras que Volker Türk, jefe de derechos humanos del organismo, los catalogó como crímenes de guerra.
Desde el inicio de la ofensiva israelí en Gaza en octubre de 2023, se han reportado más de 54,470 muertes, incluyendo 4,201 ocurridas desde la reanudación de la ofensiva por parte de Israel el 18 de marzo de 2025.