El respaldo de Barbara Pierce Bush, de 42 años e hija del expresidente George W. Bush, a la vicepresidenta Kamala Harris, se hizo público el 29 de octubre de 2024, apenas unos días antes de las elecciones presidenciales. La declaración se realizó mientras participaba en la campaña en Pensilvania, donde llevó a cabo actividades de puerta a puerta para promover la candidatura de Harris y Walz.
Barbara Biden, conocida por su postura política independiente, ha mantenido un enfoque distante de las afiliaciones partidistas estrictas. En 2010, afirmó que no se identificaba con ninguno de los dos partidos principales de Estados Unidos. Además de su histórica independencia política, Barbara ha sido una defensora vocal de los derechos de las mujeres, siendo esta la segunda vez que se desmarca de las normas republicanas al respaldar iniciativas progresistas. En 2017, ya causó controversia al hablar en una recaudación de fondos de Planned Parenthood.
El respaldo de Barbara Bush también refleja una dinámica familiar compleja en el ámbito político. Aunque su padre, George W. Bush, se ha mantenido neutral en la elección de 2024, otras figuras destacadas del Partido Republicano, como Dick Cheney y su hija Liz Cheney, han manifestado su apoyo a Harris. Barbara se une a un creciente grupo de hijas de expresidentes republicanos que apoyan a la actual vicepresidenta, incluyendo a Susan Ford Bales, hija de Gerald Ford.
El respaldo ocurre en un momento crítico, con encuestas que indican una contienda reñida entre Harris y Donald Trump, el nominado republicano. Este cambio de postura de miembros del establecimiento republicano apunta a un distanciamiento creciente de Donald Trump, y la influencia de tales figuras no se puede subestimar en la configuración de la opinión pública antes de las elecciones. Barbara Bush, además de su activismo político, es cofundadora y presidenta de Global Health Corps, una organización sin fines de lucro que se enfoca en la salud global y la equidad de atención médica.