EconomÍa

Biden Impulsa la Fabricación de Semiconductores en EE.UU. con Inversión de US$ 8.5 Mil Millones en Intel

En un movimiento estratégico para revitalizar la industria de semiconductores estadounidense, el Presidente Joe Biden ha anunciado una inversión de $8.5 mil millones en Intel para construir plantas de fabricación de chips en Arizona, Ohio, Nuevo México y Oregón.

EconomÍa

Biden Impulsa la Fabricación de Semiconductores en EE.UU. con Inversión de US$ 8.5 Mil Millones en Intel

En un movimiento estratégico para revitalizar la industria de semiconductores estadounidense, el Presidente Joe Biden ha anunciado una inversión de $8.5 mil millones en Intel para construir plantas de fabricación de chips en Arizona, Ohio, Nuevo México y Oregón.

“Este es un momento definitorio para los Estados Unidos e Intel, ya que trabajamos para potenciar el próximo gran capítulo de la innovación en semiconductores estadounidenses”

- Pat Gelsinger, CEO de Intel.

20/3/2024

El gobierno de Biden ha formalizado un acuerdo con Intel, prometiendo hasta $8.5 mil millones en subvenciones y $11 mil millones en préstamos para el desarrollo de plantas de semiconductores en cuatro estados. Esta colaboración marca la iniciativa más grande hasta la fecha bajo la Ley de CHIPS y Ciencia de 2022, diseñada para reavivar la fabricación de chips en América. La inversión en Intel apoya la construcción y modernización de plantas en Arizona, Ohio, Nuevo México y Oregón, con el objetivo de fortalecer la cadena de suministro de semiconductores del país y reducir la dependencia de proveedores extranjeros.

Durante una visita al campus de Intel en Chandler, Arizona, Biden destacó la importancia de esta inversión, no solo para la economía sino también para la seguridad nacional, enfatizando que la fabricación de chips avanzados en suelo estadounidense es crucial para la innovación en inteligencia artificial y sistemas militares. Este enfoque en la autonomía tecnológica resuena con la visión de la administración de un ecosistema industrial robusto y autosuficiente.

La inversión de Intel, complementada por créditos fiscales significativos, se proyecta a crear cerca de 30,000 empleos en construcción y manufactura, reafirmando el compromiso de Biden con el crecimiento económico y la generación de empleo. La iniciativa subraya un cambio estratégico hacia políticas económicas enfocadas en la inversión gubernamental en sectores clave, distanciándose de la anterior dependencia de la manufactura extranjera y reforzando la infraestructura tecnológica nacional.

El proyecto de Intel no solo busca revitalizar la industria de semiconductores de EE.UU. sino también posicionar al país como líder mundial en la producción de chips avanzados. La meta es alcanzar una producción que represente el 20% de los semiconductores de vanguardia a nivel mundial para 2030, un salto significativo desde la capacidad actual. Esto refleja una ambición de Estados Unidos de recuperar el liderazgo en un sector tecnológico crítico, impulsando la innovación y la competitividad a nivel global.

Algo Curioso
Intel, en su esfuerzo por liderar la fabricación de semiconductores, ha avanzado en la tecnología de chips con procesos de 18 angstroms, apuntando a una producción masiva para 2025, lo que posiciona a la empresa y a EE.UU. en la vanguardia de la innovación tecnológica global.

El Renacimiento de la Industria de Semiconductores de EE.UU.

Las nuevas instalaciones de Intel estarán situadas en estados clave como Arizona y Ohio, donde se prevé que la construcción de dos nuevas plantas de fabricación de lógica de última generación impulse significativamente la economía local. En Nuevo México, Intel transformará dos plantas existentes en instalaciones de empaquetado avanzado, mientras que en Oregón, la compañía planea expandir y modernizar sus capacidades de investigación y desarrollo.

La colaboración entre el gobierno y la industria bajo la Ley de CHIPS y Ciencia representa un esfuerzo conjunto para asegurar la soberanía tecnológica de EE.UU., abordando la dependencia de fuentes extranjeras para componentes críticos y fomentando la innovación dentro del país. Este esfuerzo coordinado busca establecer a Estados Unidos como un líder indiscutible en la tecnología de semiconductores, asegurando que la nación no solo sea un centro de diseño sino también un pilar fundamental en la manufactura de estos componentes esenciales.

Un Impulso Estratégico para la Economía y la Tecnología de EE.UU

Además de fortalecer la capacidad productiva de semiconductores en EE.UU., este movimiento estratégico se espera que genere un efecto multiplicador en la economía, impulsando el desarrollo de un ecosistema robusto de proveedores locales y fomentando la innovación en sectores relacionados. La proyección de crear 50,000 empleos indirectos en las industrias adyacentes y de proveedores subraya la influencia expansiva de esta iniciativa en la cadena de valor más amplia de la tecnología y la manufactura.

En términos de infraestructura tecnológica, los proyectos de Intel bajo el nuevo financiamiento buscarán avanzar en la producción de chips semiconductores que son críticos para el futuro tecnológico del país, especialmente en áreas emergentes como la inteligencia artificial y las redes 5G. Con un ojo puesto en la seguridad nacional, estos desarrollos permitirán a EE.UU. asegurar una cadena de suministro más controlada y menos susceptible a interrupciones externas, como las experimentadas durante la pandemia del COVID-19, donde la dependencia de componentes importados provocó significativos cuellos de botella en la producción y el suministro global.

Finalmente, este esfuerzo conjunto entre Intel y el gobierno de EE.UU. destaca un punto de inflexión en la política industrial del país, marcando un regreso a un enfoque más activo de colaboración entre el sector público y privado para lograr objetivos económicos y tecnológicos estratégicos. La expectativa es que, a través de tales asociaciones, EE.UU. pueda recapturar su liderazgo en el campo de la tecnología de semiconductores y establecer un nuevo estándar para la innovación y la producción en el siglo XXI.

“Este es un momento definitorio para los Estados Unidos e Intel, ya que trabajamos para potenciar el próximo gran capítulo de la innovación en semiconductores estadounidenses”

- Pat Gelsinger, CEO de Intel.

Mar 20, 2024
Colglobal News

El gobierno de Biden ha formalizado un acuerdo con Intel, prometiendo hasta $8.5 mil millones en subvenciones y $11 mil millones en préstamos para el desarrollo de plantas de semiconductores en cuatro estados. Esta colaboración marca la iniciativa más grande hasta la fecha bajo la Ley de CHIPS y Ciencia de 2022, diseñada para reavivar la fabricación de chips en América. La inversión en Intel apoya la construcción y modernización de plantas en Arizona, Ohio, Nuevo México y Oregón, con el objetivo de fortalecer la cadena de suministro de semiconductores del país y reducir la dependencia de proveedores extranjeros.

Durante una visita al campus de Intel en Chandler, Arizona, Biden destacó la importancia de esta inversión, no solo para la economía sino también para la seguridad nacional, enfatizando que la fabricación de chips avanzados en suelo estadounidense es crucial para la innovación en inteligencia artificial y sistemas militares. Este enfoque en la autonomía tecnológica resuena con la visión de la administración de un ecosistema industrial robusto y autosuficiente.

La inversión de Intel, complementada por créditos fiscales significativos, se proyecta a crear cerca de 30,000 empleos en construcción y manufactura, reafirmando el compromiso de Biden con el crecimiento económico y la generación de empleo. La iniciativa subraya un cambio estratégico hacia políticas económicas enfocadas en la inversión gubernamental en sectores clave, distanciándose de la anterior dependencia de la manufactura extranjera y reforzando la infraestructura tecnológica nacional.

El proyecto de Intel no solo busca revitalizar la industria de semiconductores de EE.UU. sino también posicionar al país como líder mundial en la producción de chips avanzados. La meta es alcanzar una producción que represente el 20% de los semiconductores de vanguardia a nivel mundial para 2030, un salto significativo desde la capacidad actual. Esto refleja una ambición de Estados Unidos de recuperar el liderazgo en un sector tecnológico crítico, impulsando la innovación y la competitividad a nivel global.

El gobierno de Biden ha formalizado un acuerdo con Intel, prometiendo hasta $8.5 mil millones en subvenciones y $11 mil millones en préstamos para el desarrollo de plantas de semiconductores en cuatro estados. Esta colaboración marca la iniciativa más grande hasta la fecha bajo la Ley de CHIPS y Ciencia de 2022, diseñada para reavivar la fabricación de chips en América. La inversión en Intel apoya la construcción y modernización de plantas en Arizona, Ohio, Nuevo México y Oregón, con el objetivo de fortalecer la cadena de suministro de semiconductores del país y reducir la dependencia de proveedores extranjeros.

Durante una visita al campus de Intel en Chandler, Arizona, Biden destacó la importancia de esta inversión, no solo para la economía sino también para la seguridad nacional, enfatizando que la fabricación de chips avanzados en suelo estadounidense es crucial para la innovación en inteligencia artificial y sistemas militares. Este enfoque en la autonomía tecnológica resuena con la visión de la administración de un ecosistema industrial robusto y autosuficiente.

La inversión de Intel, complementada por créditos fiscales significativos, se proyecta a crear cerca de 30,000 empleos en construcción y manufactura, reafirmando el compromiso de Biden con el crecimiento económico y la generación de empleo. La iniciativa subraya un cambio estratégico hacia políticas económicas enfocadas en la inversión gubernamental en sectores clave, distanciándose de la anterior dependencia de la manufactura extranjera y reforzando la infraestructura tecnológica nacional.

El proyecto de Intel no solo busca revitalizar la industria de semiconductores de EE.UU. sino también posicionar al país como líder mundial en la producción de chips avanzados. La meta es alcanzar una producción que represente el 20% de los semiconductores de vanguardia a nivel mundial para 2030, un salto significativo desde la capacidad actual. Esto refleja una ambición de Estados Unidos de recuperar el liderazgo en un sector tecnológico crítico, impulsando la innovación y la competitividad a nivel global.

Algo Curioso
Intel, en su esfuerzo por liderar la fabricación de semiconductores, ha avanzado en la tecnología de chips con procesos de 18 angstroms, apuntando a una producción masiva para 2025, lo que posiciona a la empresa y a EE.UU. en la vanguardia de la innovación tecnológica global.

El Renacimiento de la Industria de Semiconductores de EE.UU.

Las nuevas instalaciones de Intel estarán situadas en estados clave como Arizona y Ohio, donde se prevé que la construcción de dos nuevas plantas de fabricación de lógica de última generación impulse significativamente la economía local. En Nuevo México, Intel transformará dos plantas existentes en instalaciones de empaquetado avanzado, mientras que en Oregón, la compañía planea expandir y modernizar sus capacidades de investigación y desarrollo.

La colaboración entre el gobierno y la industria bajo la Ley de CHIPS y Ciencia representa un esfuerzo conjunto para asegurar la soberanía tecnológica de EE.UU., abordando la dependencia de fuentes extranjeras para componentes críticos y fomentando la innovación dentro del país. Este esfuerzo coordinado busca establecer a Estados Unidos como un líder indiscutible en la tecnología de semiconductores, asegurando que la nación no solo sea un centro de diseño sino también un pilar fundamental en la manufactura de estos componentes esenciales.

Un Impulso Estratégico para la Economía y la Tecnología de EE.UU

Además de fortalecer la capacidad productiva de semiconductores en EE.UU., este movimiento estratégico se espera que genere un efecto multiplicador en la economía, impulsando el desarrollo de un ecosistema robusto de proveedores locales y fomentando la innovación en sectores relacionados. La proyección de crear 50,000 empleos indirectos en las industrias adyacentes y de proveedores subraya la influencia expansiva de esta iniciativa en la cadena de valor más amplia de la tecnología y la manufactura.

En términos de infraestructura tecnológica, los proyectos de Intel bajo el nuevo financiamiento buscarán avanzar en la producción de chips semiconductores que son críticos para el futuro tecnológico del país, especialmente en áreas emergentes como la inteligencia artificial y las redes 5G. Con un ojo puesto en la seguridad nacional, estos desarrollos permitirán a EE.UU. asegurar una cadena de suministro más controlada y menos susceptible a interrupciones externas, como las experimentadas durante la pandemia del COVID-19, donde la dependencia de componentes importados provocó significativos cuellos de botella en la producción y el suministro global.

Finalmente, este esfuerzo conjunto entre Intel y el gobierno de EE.UU. destaca un punto de inflexión en la política industrial del país, marcando un regreso a un enfoque más activo de colaboración entre el sector público y privado para lograr objetivos económicos y tecnológicos estratégicos. La expectativa es que, a través de tales asociaciones, EE.UU. pueda recapturar su liderazgo en el campo de la tecnología de semiconductores y establecer un nuevo estándar para la innovación y la producción en el siglo XXI.

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