La plataforma de redes sociales X, que anteriormente operaba bajo el nombre de Twitter, fue bloqueada en Brasil. Esta decisión fue tomada por el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes, después de un prolongado desacuerdo con Elon Musk, el propietario de X, quien no cumplió con la orden judicial de nombrar un representante legal en Brasil.
La orden judicial surgió como respuesta a la negativa de Musk a cumplir con una directiva previa que le daba 24 horas para designar un nuevo representante legal en el país, después del cierre de la oficina de X en Brasil a mediados de agosto. Como resultado, el 31 de agosto de 2024, más de 22 millones de usuarios de X en Brasil quedaron sin acceso a la plataforma.
En los días siguientes al bloqueo, la plataforma rival Bluesky experimentó un crecimiento notable, añadiendo 500,000 nuevos usuarios, algunos de los cuales incluyeron a figuras influyentes como Felipe Neto.
Además de la suspensión de la plataforma, la orden judicial estableció una multa de 50,000 reales (aproximadamente $8,900) para quienes intentaran eludir el bloqueo utilizando VPNs. Esta medida se suma a acciones anteriores de la corte, que había exigido a X bloquear cuentas asociadas con la desinformación y discursos de odio, en particular aquellas relacionadas con partidarios del expresidente Jair Bolsonaro.
La respuesta de Elon Musk no se hizo esperar. A través de sus publicaciones, Musk tildó a De Moraes de "dictador" y lo acusó de intentar destruir la democracia en Brasil. Además, Musk se autodenominó "absolutista de la libertad de expresión", argumentando que las acciones del juez representaban un acto de censura.
El impacto de esta medida es significativo, ya que Brasil es uno de los mercados más importantes para X, con aproximadamente 40 millones de personas accediendo a la plataforma al menos una vez al mes. Además, la empresa de internet satelital de Musk, Starlink, también se vio afectada por una orden que congeló sus cuentas en Brasil, impidiéndole realizar transacciones en el país.
El juez De Moraes subrayó que Musk había mostrado un "desprecio total por la soberanía brasileña" y defendió su decisión, afirmando que estaba conforme con la ley brasileña que exige que las empresas extranjeras tengan representación local para ser notificadas en procedimientos legales.
Este bloqueo de X en Brasil es un capítulo más en un conflicto más amplio sobre la regulación de las redes sociales y resalta la responsabilidad de las plataformas en la lucha contra la desinformación y discursos de odio. La plataforma X, en su versión anterior como Twitter, ha sido históricamente una herramienta crucial de comunicación en Brasil, especialmente durante eventos políticos y sociales de gran envergadura.