El 21 de abril de 2015, un cobertizo en Hanahan, Carolina del Sur, se convirtió en el escenario de una historia de rescate y recuperación que ha tocado corazones. Jake, un pit bull de apenas tres semanas de edad, fue encontrado en un estado crítico tras quedar atrapado en el incendio durante aproximadamente 10 a 11 minutos. El bombero William Lindler, quien lo rescató del cobertizo en llamas, encontró al cachorro sin moverse ni respirar y le realizó respiración boca a hocico, logrando estabilizar su condición hasta que le pudo administrar oxígeno.

Jake sufrió quemaduras en el 75% de su cuerpo, incluidas las almohadillas de sus patas. Después del dramático rescate, fue llevado a una clínica veterinaria para recibir atención de urgencia. Sin embargo, sus dueños decidieron abandonarlo debido a los altos costos de su tratamiento. En la clínica, Jake recibió seis semanas de antibióticos, baños medicados dos veces al día y morfina para el dolor, necesitando cuidados las 24 horas durante todo ese periodo. Afortunadamente, la clínica no cobró por el tratamiento gracias a un fondo de emergencia.

Al enterarse de la situación de Jake y el abandono por parte de sus dueños, Lindler tomó la decisión de adoptarlo. "No podía dejar que enfrentara este desafío solo," expresó Lindler. Una vez adoptado, Jake se trasladó a la estación de bomberos, donde se recuperó rápidamente bajo el cuidado del personal.

La historia de Jake no terminó con su recuperación. Fue nombrado la mascota oficial del departamento de bomberos y recibió un diploma y una placa en reconocimiento a su valentía. Además, ha sido parte de actividades educativas en escuelas, enseñando sobre prevención de incendios, y planea ser entrenado como perro de detección de incendios y perro de terapia para niños quemados.

Gracias a su carácter resiliente y amigable, Jake ha sido reconocido oficialmente como bombero honorario. A día de hoy, es descrito como un perro feliz y saludable, y su historia sirve para inspirar y mostrar que las cicatrices pueden ser símbolo de fortaleza y supervivencia. Jake es uno de los pocos perros que ha sido reconocido oficialmente como bombero en el mundo, convirtiéndolo en una figura única y emblemática en la lucha contra incendios.