California ha dado un paso significativo en la expansión de la cobertura de salud, convirtiéndose en el primer estado de EE. UU. en ofrecer acceso a la atención médica a todos los inmigrantes indocumentados de bajos ingresos. A partir del 1 de enero, más de 700,000 inmigrantes indocumentados en California serán elegibles para recibir atención médica gratuita a través del programa estatal Medi-Cal, una versión del programa federal Medicaid. Esta expansión, que se espera que cueste al estado aproximadamente $3.1 mil millones anuales, representa uno de los esfuerzos más ambiciosos de California en una década y acerca al estado a la meta de los demócratas de proporcionar atención médica universal a sus casi 39 millones de residentes.
El gobernador demócrata Gavin Newsom y los legisladores acordaron en 2022 proporcionar acceso a la atención médica a todos los adultos de bajos ingresos, independientemente de su estado migratorio, a través de Medi-Cal. California es el estado más poblado en garantizar tal cobertura, aunque Oregón comenzó a hacerlo en julio. Newsom calificó la expansión como "un paso transformador hacia el fortalecimiento del sistema de salud para todos los californianos" cuando propuso los cambios hace dos años.
Sin embargo, la implementación de este programa se produce en un momento en que California enfrenta un déficit presupuestario récord de $68 mil millones, lo que plantea preguntas y preocupaciones sobre las ramificaciones económicas de la expansión. El senador republicano Roger Niello, vicepresidente del Comité de Revisión Fiscal y Presupuestaria del Senado, expresó su preocupación por el impacto de esta expansión en el déficit del estado.
Los defensores de la inmigración y la atención médica, que lucharon durante más de una década por estos cambios, han argumentado que la cobertura ampliada cerrará una brecha en el acceso a la atención médica y, a largo plazo, ahorrará dinero al estado. Los inmigrantes que viven ilegalmente en el estado a menudo retrasan o evitan la atención médica porque no son elegibles para la mayoría de las coberturas, lo que aumenta el costo de su tratamiento cuando terminan en salas de emergencia. "Es una situación en la que todos ganan, porque nos permite brindar atención integral y creemos que esto ayudará a mantener nuestras comunidades más saludables", dijo el Dr. Efrain Talamantes, director de operaciones de AltaMed en Los Ángeles, el centro de salud calificado federalmente más grande de California.