La idea de que un estilo de vida sedentario está vinculado a una salud más deficiente es ampliamente reconocida. Sin embargo, hasta ahora, no estaba claro cuál era el número óptimo de pasos que las personas deberían aspirar a alcanzar diariamente. Para investigar esto, un equipo de investigadores dirigido por Maciej Banach, analizó datos de 17 estudios anteriores que involucraban a 226,889 personas. Estos individuos fueron monitoreados durante un promedio de siete años para evaluar los impactos en la salud de diferentes conteos diarios de pasos.
El estudio, publicado en la European Journal of Preventive Cardiology, sugiere que caminar al menos 3,967 pasos al día comenzó a reducir el riesgo de morir por cualquier causa. Por encima de este umbral, cada incremento de 1,000 pasos diarios se asoció con una reducción del 15% en el riesgo de muerte. Además, un aumento de 500 pasos al día se vinculó con una disminución del 7% en el riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares.
Los beneficios de caminar no se limitan a un clima o región específica del mundo. Se observaron beneficios similares en hombres y mujeres de todas las edades y en diferentes climas, desde templados hasta subpolares. Esta universalidad destaca la importancia de mantener un estilo de vida activo, independientemente de las circunstancias individuales.
Aunque la meta de 10,000 pasos diarios es popular, la falta de evidencia científica sobre esta cifra ha llevado a muchos a cuestionar su relevancia. Con estos nuevos hallazgos, queda claro que incluso metas más modestas pueden tener un impacto significativo en la salud y el bienestar general.