Un equipo de investigadores empleó microscopía de luz de hoja avanzada para registrar imágenes tridimensionales del desarrollo cardíaco en embriones de ratón, marcando un avance técnico y científico sin precedentes. Mediante la combinación de esta tecnología con marcadores fluorescentes, se obtuvieron videos secuenciales de lapso de tiempo, capturando imágenes cada dos minutos durante 40 horas continuas. Esto permitió seguir en tiempo real los movimientos y divisiones celulares desde la etapa de gastrulación.
Los resultados mostraron que seis días después de la fertilización, las células destinadas exclusivamente a formar el corazón emergieron de manera rápida, mostrando una organización precisa y no aleatoria. A diferencia de lo que proponen modelos previos, estas células siguieron rutas predeterminadas dirigidas a conformar las cámaras cardíacas principales, como los ventrículos y las aurículas. El análisis reveló que el destino y la dirección de migración de los cardiomiocitos se determina en etapas significativamente más tempranas de lo estimado hasta ahora.
La investigación también confirmó el carácter multipotente de las células madre embrionarias, capaces de diferenciarse en distintos tipos celulares, incluyendo las células que componen el tejido cardíaco y las endocárdicas. El video elaborado documenta visualmente la formación de las primeras estructuras cardíacas, constituyendo una herramienta fundamental para el estudio dinámico del órgano.
Estos hallazgos, publicados en EMBO Journal, poseen implicaciones directas en el estudio de defectos cardíacos congénitos, una condición que afecta aproximadamente a uno de cada cien recién nacidos. El conocimiento profundo de los procesos celulares tempranos podría acelerar el desarrollo de tejidos cardíacos para aplicaciones en medicina regenerativa.
Shayma Abukar, coautora y candidata a doctorado, explicó que el equipo continúa indagando en las señales moleculares responsables de coordinar los desplazamientos celulares complejos durante el desarrollo inicial del corazón. La investigación de Ivanovitch y su grupo aporta datos clave para descifrar la formación normal y anómala del corazón en mamíferos, abriendo oportunidades en diagnóstico, prevención y terapias innovadoras para enfermedades cardíacas congénitas.