Feb 27, 2025
Colglobal News
El miércoles 27 de febrero de 2025, luego de largas investigaciones, las autoridades colombianas realizaron un operativo en Cúcuta, Norte de Santander, que culminó con la captura de tres presuntos sicarios y la identificación de un cuarto involucrado, quien ya se encontraba detenido por otros delitos. Estos individuos son acusados de participar en la masacre que acabó con la familia Lora el 29 de diciembre de 2024 en Aguachica, Cesar, un hecho que conmocionó al país.
La familia Lora estaba compuesta por Marlon Yamith Lora, pastor evangélico; su esposa Yurlay Rincón; y sus hijos, Ángela Natalia Lora y Santiago Lora. Según el reporte oficial, la hija del matrimonio, Ángela, era el probable blanco del atentado debido a una confusión; los asesinos la habrían confundido con Zaida Andrea Sánchez Polanco, alias "La Diabla", quien habría sido el objetivo inicial del ataque. Esta teoría se debe a que ambas mujeres llevaban vestimentas similares el día del trágico suceso.
Santiago Lora, inicialmente sobreviviente, sucumbió a las heridas causadas por el atentado dos días después, el 31 de diciembre, lo que elevó el saldo total de víctimas a cuatro personas. El ataque dejó a toda una comunidad en luto, mientras las autoridades iniciaban una investigación para esclarecer los hechos y capturar a los responsables.
El operativo que permitió estas detenciones fue ejecutado por agentes de la Policía Nacional en colaboración con la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN). Se logró ubicar en Cúcuta a tres de los sospechosos vinculados directamente al crimen. A su vez, se identificó a un cuarto implicado, quien ya estaba en prisión por otros delitos.
Las autoridades concluyen que el motivo del crimen fue una confusión, respaldado por los resultados que apuntan a que alias "La Diabla", Zaida Sánchez, era la verdadera víctima. Curiosamente, Sánchez fue asesinada posteriormente en Medellín, lo que hace pensar que su muerte podría estar conectada con este caso. Hasta la fecha, se han recuperado las motocicletas y las armas utilizadas por los sicarios, elementos que han sido claves en la investigación.
El caso de la familia Lora sirve como ejemplo de cómo las redes del sicariato pueden generar tragedias basadas en errores de identificación, lo que ha provocado que sectores de la sociedad exijan mayores medidas para abordar la violencia en el país. Además, la investigación sigue su curso para dar con otros posibles cómplices aún no identificados.