La Corte Suprema de Justicia de Colombia ha emitido órdenes de captura para los exsenadores cordobeses, Bernardo Miguel Elías y Musa Besaile, el 9 de agosto de 2024. Ambas figuras políticas han sido condenadas por su participación en el caso del Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade), relacionado con irregularidades en contrataciones durante la administración de Juan Manuel Santos.
Bernardo Miguel Elías, conocido popularmente como Ñoño Elías, ha sido condenado a 39 meses de prisión por tráfico de influencias y por interés indebido en la celebración de contratos. Por su parte, Musa Besaile enfrenta una condena de 32 meses de prisión por los mismos delitos. Las sentencias fueron confirmadas por la Corte Suprema en segunda instancia, lo que desembocó en la ejecución de las penas.
El caso Fonade se remonta a la elección presidencial de 2014, cuando se alega que Elías y Besaile utilizaron su influencia para asegurar contratos de vivienda a favor de aliados políticos, un esquema clientelar que fue ampliamente criticado y conocido bajo el nombre de "mermelada". Ambos excongresistas pertenecen al Partido de la U y poseen un historial de corrupción. Ñoño Elías ha estado implicado en el escándalo de Odebrecht, mientras que Musa Besaile fue condenado por sus vínculos con paramilitares y por defraudar al sistema de salud a través del denominado cartel de la hemofilia.
El fallo de la Corte Suprema señala también la potencial colaboración de Elías y Besaile con la justicia, aludiendo a la posibilidad de que proporcionen pruebas incriminatorias contra otros políticos, incluyendo a Armando Benedetti, exjefe de campaña de Gustavo Petro.
En la región de Córdoba, ambos exsenadores han contado con una notable influencia política, extendida a través de sus familias. Las capturas de estas dos figuras políticas marcan un nuevo capítulo en los esfuerzos de Colombia por combatir la corrupción. Las autoridades destacan la importancia y la gravedad de estas condenas, subrayando su compromiso con la transparencia y la legalidad en la administración pública. El término "mermelada" se popularizó en Colombia para describir prácticas clientelistas utilizadas para asegurar el apoyo político mediante la asignación de contratos y beneficios, especialmente durante las elecciones presidenciales.