El asombroso hallazgo fue realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Birmingham y documentado en Journal of Medical Case Reports. El individuo, un hombre blanco de 78 años, había donado su cuerpo a la ciencia, permitiendo a los investigadores descubrir la anomalía durante una autopsia. Los dos penes adicionales se encontraban ocultos debajo de la piel, cerca del órgano sexual principal.
La anatomía detallada reveló que el pene principal del paciente medía 77 mm de longitud y 24 mm de ancho, mientras que los penes secundarios eran aproximadamente la mitad del tamaño del principal, cada uno con su propio tejido eréctil. Una única uretra se extendía desde la vejiga, pasando a través de uno de los penes secundarios y luego a lo largo del principal, sin conexión con el tercer pene.

Este caso único se suma a otro reportado en 2020 de un bebé de tres meses que también presentaba triphallia. En aquel caso, el bebé tenía un pene principal y dos adicionales visibles en el perineo, ninguno de los cuales tenía uretra y fueron extirpados quirúrgicamente.
Desde 1606 hasta 2023, se han reportado 168 casos de polifalia, de los cuales 112 son de diphallia y solo dos de triphallia, incluyendo el caso del hombre de 78 años. La polifalia, que incluye estas condiciones, ocurre en uno de cada 5 a 6 millones de nacimientos vivos.
Las implicaciones clínicas de estos hallazgos son significativas. La presencia de penes internos puede complicar ciertos procedimientos médicos, como la inserción de catéteres, y puede estar asociada con infecciones del tracto urinario, disfunción sexual y subfertilidad.
Este raro caso resalta la necesidad de una clasificación uniforme para describir la polifalia y ofrece una comprensión más profunda de las variaciones anatómicas humanas. Los investigadores sugieren que los casos internos de triphallia podrían ser más comunes de lo que se pensaba, lo que podría tener implicaciones importantes en la atención médica y el tratamiento de anomalías genitourinarias.