El anuncio del cese al fuego bilateral, que tendrá una duración de tres meses, marca un hito en los esfuerzos de Colombia por alcanzar la paz. Esta decisión se tomó tras una fase exploratoria de 14 meses, que incluyó "altibajos, idas y venidas, y más de 25 reuniones", según Rueda. El cese al fuego entrará en vigor el martes y se extenderá hasta el próximo 15 de enero. Durante este período, se espera que ambas partes trabajen en la construcción de un acuerdo de paz duradero.
El proceso de paz ha sido impulsado por el presidente Gustavo Petro, quien ha mostrado un compromiso firme para poner fin al conflicto armado que ha afectado a Colombia durante décadas. La instalación de la mesa de diálogos tuvo lugar en el municipio de Tibú, una región que ha sido testigo de la violencia y el conflicto armado.
El alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, destacó la importancia de este cese al fuego y el compromiso del Gobierno con la construcción de la paz. Mencionó que este cese al fuego es un paso crucial para "hacer creíble esta construcción de paz" y que se han suscrito compromisos "concretos, precisos y específicos" para proteger a la población civil.
El proceso de diálogo entre el Gobierno y la disidencia de las FARC busca no solo poner fin al conflicto armado, sino también abordar las causas subyacentes de la violencia y garantizar una paz duradera para el pueblo colombiano.