El 25 de mayo de 2025 se realizaron en Venezuela elecciones para elegir diputados a la Asamblea Nacional y gobernadores, en un clima político caracterizado por el llamado de la mayoría opositora al boicot, una notable abstención y una serie de detenciones previas a la jornada. Según datos oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE), la participación se situó en 42,6% del censo, cifra reconocida por las propias autoridades como baja.
El órgano electoral, bajo control del chavismo, reportó que el oficialismo obtuvo el 82,6% de los votos y logró triunfos en 23 de las 24 gobernaciones del país, cuando ya se había escrutado más del 90% de las actas. Las distintas plataformas opositoras que decidieron concurrir alcanzaron en conjunto aproximadamente el 14% de los sufragios. Entre ellas, destacaron Alianza Democrática con el 6,25%, Unión y Cambio —liderada por Henrique Capriles— con el 5,18%, y Fuerza Vecinal, que sumó el 2,57%.
En los días previos al proceso electoral, más de 70 personas fueron detenidas en apenas 48 horas, incluyendo políticos de oposición, activistas y periodistas. Diversos observadores calificaron estos hechos como parte de una estrategia gubernamental para silenciar manifestaciones contrarias al régimen. La movilización opositora, afectada por el descontento tras las presidenciales del 28 de julio de 2024 en las que Nicolás Maduro fue declarado ganador en medio de fuertes denuncias de fraude, se vio mermada, y no participaron misiones independientes de observación como el Centro Carter.
Tras el cierre de los centros de votación, el CNE extendió el horario de urnas en varias regiones por la cantidad de personas esperando votar. Sin embargo, la participación final estuvo lejos de los registros habituales en elecciones venezolanas.
El proceso electoral también suscitó reacciones internacionales. La administración del presidente estadounidense Donald Trump rechazó la inclusión de la Guayana Esequiba en la consulta electoral venezolana y denunció intentos de Maduro por afectar la integridad territorial de Guyana.
Mientras el presidente venezolano celebró el resultado como un acto de resistencia y paz, la líder opositora María Corina Machado aseguró que más del 85% de la población no respaldó los comicios atendiendo el llamado a la abstención.
La jornada del 25 de mayo de 2025 consolida un nuevo mapa político en Venezuela controlado en casi su totalidad por el chavismo, enmarcado en una persistente crisis institucional, cuestionamientos a la transparencia electoral y una creciente presión internacional.