Chevron Corp., una de las mayores compañías petroleras del mundo, ha lanzado una advertencia severa sobre las políticas climáticas de California, calificándolas de “juego peligroso”. Según Andy Walz, líder de la división de refinación de la compañía en Estados Unidos, estas políticas podrían causar un aumento significativo en los precios de la gasolina y posibles escaseces. La preocupación surge en un contexto donde California, a pesar de tener la mayor penetración de vehículos eléctricos en el país, sigue siendo el segundo mayor consumidor de gasolina en Estados Unidos.
El estado de California se ha distinguido por implementar las normas de combustible bajo en carbono más estrictas del país, incentivando a las refinerías a convertirse de petróleo a diésel renovable. Estas conversiones, aunque alineadas con los objetivos de sostenibilidad, han reducido la oferta de gasolina, presionando al alza los precios. En el último trimestre de 2023, los conductores de California pagaron en promedio $4.94 por galón de gasolina, aproximadamente $1.72 por encima del promedio nacional, marcando el mayor diferencial trimestral registrado.
La relación entre Chevron y su estado natal, California, se ha tornado cada vez más adversa en los últimos meses. Las regulaciones cada vez más estrictas están afectando las ganancias de la compañía y han llevado a una depreciación de $4 mil millones de sus activos, principalmente en California. El gobernador Gavin Newsom ha acusado a las grandes petroleras de manipular precios y mentir sobre el cambio climático, acusaciones que ahora son objeto de investigaciones y demandas. Chevron niega estas alegaciones, argumentando que no debería ser castigada por responder a la demanda de combustibles fósiles.