Mundo

China eleva aranceles a productos estadounidenses al 125% en respuesta a medidas de Trump

China ha anunciado un incremento arancelario a los productos estadounidenses, pasando del 84% al 125%, en represalia por las tarifas impuestas por el presidente Donald Trump, que ahora totalizan un 145% sobre las importaciones chinas. La medida china entrará en vigor el 12 de abril de 2025, marcando un importante capítulo en la intensificación de la guerra comercial entre ambas potencias.

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China eleva aranceles a productos estadounidenses al 125% en respuesta a medidas de Trump

China ha anunciado un incremento arancelario a los productos estadounidenses, pasando del 84% al 125%, en represalia por las tarifas impuestas por el presidente Donald Trump, que ahora totalizan un 145% sobre las importaciones chinas. La medida china entrará en vigor el 12 de abril de 2025, marcando un importante capítulo en la intensificación de la guerra comercial entre ambas potencias.

“No hay vencedores en una guerra arancelaria; oponerse al mundo solo lleva al aislamiento”

– Afirmó Xi Jinping, presidente de China.

11/4/2025

En un fuerte movimiento de represalia dentro de la prolongada guerra comercial entre Estados Unidos y China, el gigante asiático ha anunciado un significativo aumento en los aranceles para productos estadounidenses, pasando del 84% al 125%. La medida, que será efectiva a partir del 12 de abril de 2025, responde a la reciente escalada tarifaria por parte del gobierno de Donald Trump, que ha elevado los aranceles totales sobre productos chinos a un 145%.

El contexto de esta decisión se sitúa en una serie de movimientos tarifarios iniciados por ambos países. El 2 de abril de 2025, Trump incrementó las tarifas un 34% sobre productos chinos, sumándose a un incremento previo del 20%, generando un total del 54%. En respuesta, el 4 de abril de 2025, China aplicó un arancel del 54% a las importaciones estadounidenses. La situación escaló nuevamente el 10 de abril, cuando Trump elevó el total de aranceles hasta un 145%, lo que provocó el anuncio de China al día siguiente.

El Ministerio de Finanzas chino calificó estas tarifas impuestas por Estados Unidos como un acto de violación a las normas económicas y comerciales internacionales, y añadió que, bajo las actuales condiciones arancelarias, las importaciones estadounidenses se vuelven inviables económicamente en el mercado chino. Asimismo, advirtió que cualquier incremento adicional de los aranceles por parte de Estados Unidos será ignorado.

El impacto económico de esta guerra comercial comienza a ser evidente. Goldman Sachs, uno de los principales bancos de inversión del mundo, ha reducido su pronóstico de crecimiento del PIB de China al 4%, en gran medida debido a las tensiones comerciales y su repercusión en el crecimiento global. Al menos 10 millones de trabajadores chinos dependen de los negocios de exportación hacia Estados Unidos, lo que refleja la profundidad del impacto en la economía interna de China.

En el plano internacional, la tensión también ha recibido críticas. Durante una reunión con el primer ministro español Pedro Sánchez, el presidente chino Xi Jinping insistió en que estas políticas eran perjudiciales para ambas partes. Por otro lado, Alemania instó a las dos economías más grandes del mundo a encontrar una solución negociada, advirtiendo que la escalada comercial también afecta negativamente a la economía global.

A nivel jurídico, China ha presentado una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), acusando a Estados Unidos de violar las normas comerciales internacionales al imponer tarifas tan altas. Mientras tanto, los mercados financieros resintieron el impacto del conflicto, con caídas significativas en las bolsas globales y una depreciación del dólar estadounidense, que alcanzó su punto más bajo frente al euro en tres años.

La guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo sigue intensificándose, dejando un escenario incierto y generando preocupaciones entre gobiernos y economistas sobre sus implicancias globales. Las políticas arancelarias de ambos países continúan como un arma central en esta contienda económica y política, cuya resolución aún parece distante.

El dólar estadounidense, en medio de la escalada comercial, alcanzó su nivel más bajo frente al euro en tres años, reflejando el impacto generalizado de esta disputa entre las dos potencias mundiales.

Algo Curioso

“No hay vencedores en una guerra arancelaria; oponerse al mundo solo lleva al aislamiento”

– Afirmó Xi Jinping, presidente de China.

Apr 11, 2025
Colglobal News

En un fuerte movimiento de represalia dentro de la prolongada guerra comercial entre Estados Unidos y China, el gigante asiático ha anunciado un significativo aumento en los aranceles para productos estadounidenses, pasando del 84% al 125%. La medida, que será efectiva a partir del 12 de abril de 2025, responde a la reciente escalada tarifaria por parte del gobierno de Donald Trump, que ha elevado los aranceles totales sobre productos chinos a un 145%.

El contexto de esta decisión se sitúa en una serie de movimientos tarifarios iniciados por ambos países. El 2 de abril de 2025, Trump incrementó las tarifas un 34% sobre productos chinos, sumándose a un incremento previo del 20%, generando un total del 54%. En respuesta, el 4 de abril de 2025, China aplicó un arancel del 54% a las importaciones estadounidenses. La situación escaló nuevamente el 10 de abril, cuando Trump elevó el total de aranceles hasta un 145%, lo que provocó el anuncio de China al día siguiente.

El Ministerio de Finanzas chino calificó estas tarifas impuestas por Estados Unidos como un acto de violación a las normas económicas y comerciales internacionales, y añadió que, bajo las actuales condiciones arancelarias, las importaciones estadounidenses se vuelven inviables económicamente en el mercado chino. Asimismo, advirtió que cualquier incremento adicional de los aranceles por parte de Estados Unidos será ignorado.

El impacto económico de esta guerra comercial comienza a ser evidente. Goldman Sachs, uno de los principales bancos de inversión del mundo, ha reducido su pronóstico de crecimiento del PIB de China al 4%, en gran medida debido a las tensiones comerciales y su repercusión en el crecimiento global. Al menos 10 millones de trabajadores chinos dependen de los negocios de exportación hacia Estados Unidos, lo que refleja la profundidad del impacto en la economía interna de China.

En el plano internacional, la tensión también ha recibido críticas. Durante una reunión con el primer ministro español Pedro Sánchez, el presidente chino Xi Jinping insistió en que estas políticas eran perjudiciales para ambas partes. Por otro lado, Alemania instó a las dos economías más grandes del mundo a encontrar una solución negociada, advirtiendo que la escalada comercial también afecta negativamente a la economía global.

A nivel jurídico, China ha presentado una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), acusando a Estados Unidos de violar las normas comerciales internacionales al imponer tarifas tan altas. Mientras tanto, los mercados financieros resintieron el impacto del conflicto, con caídas significativas en las bolsas globales y una depreciación del dólar estadounidense, que alcanzó su punto más bajo frente al euro en tres años.

La guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo sigue intensificándose, dejando un escenario incierto y generando preocupaciones entre gobiernos y economistas sobre sus implicancias globales. Las políticas arancelarias de ambos países continúan como un arma central en esta contienda económica y política, cuya resolución aún parece distante.

El dólar estadounidense, en medio de la escalada comercial, alcanzó su nivel más bajo frente al euro en tres años, reflejando el impacto generalizado de esta disputa entre las dos potencias mundiales.

En un fuerte movimiento de represalia dentro de la prolongada guerra comercial entre Estados Unidos y China, el gigante asiático ha anunciado un significativo aumento en los aranceles para productos estadounidenses, pasando del 84% al 125%. La medida, que será efectiva a partir del 12 de abril de 2025, responde a la reciente escalada tarifaria por parte del gobierno de Donald Trump, que ha elevado los aranceles totales sobre productos chinos a un 145%.

El contexto de esta decisión se sitúa en una serie de movimientos tarifarios iniciados por ambos países. El 2 de abril de 2025, Trump incrementó las tarifas un 34% sobre productos chinos, sumándose a un incremento previo del 20%, generando un total del 54%. En respuesta, el 4 de abril de 2025, China aplicó un arancel del 54% a las importaciones estadounidenses. La situación escaló nuevamente el 10 de abril, cuando Trump elevó el total de aranceles hasta un 145%, lo que provocó el anuncio de China al día siguiente.

El Ministerio de Finanzas chino calificó estas tarifas impuestas por Estados Unidos como un acto de violación a las normas económicas y comerciales internacionales, y añadió que, bajo las actuales condiciones arancelarias, las importaciones estadounidenses se vuelven inviables económicamente en el mercado chino. Asimismo, advirtió que cualquier incremento adicional de los aranceles por parte de Estados Unidos será ignorado.

El impacto económico de esta guerra comercial comienza a ser evidente. Goldman Sachs, uno de los principales bancos de inversión del mundo, ha reducido su pronóstico de crecimiento del PIB de China al 4%, en gran medida debido a las tensiones comerciales y su repercusión en el crecimiento global. Al menos 10 millones de trabajadores chinos dependen de los negocios de exportación hacia Estados Unidos, lo que refleja la profundidad del impacto en la economía interna de China.

En el plano internacional, la tensión también ha recibido críticas. Durante una reunión con el primer ministro español Pedro Sánchez, el presidente chino Xi Jinping insistió en que estas políticas eran perjudiciales para ambas partes. Por otro lado, Alemania instó a las dos economías más grandes del mundo a encontrar una solución negociada, advirtiendo que la escalada comercial también afecta negativamente a la economía global.

A nivel jurídico, China ha presentado una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), acusando a Estados Unidos de violar las normas comerciales internacionales al imponer tarifas tan altas. Mientras tanto, los mercados financieros resintieron el impacto del conflicto, con caídas significativas en las bolsas globales y una depreciación del dólar estadounidense, que alcanzó su punto más bajo frente al euro en tres años.

La guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo sigue intensificándose, dejando un escenario incierto y generando preocupaciones entre gobiernos y economistas sobre sus implicancias globales. Las políticas arancelarias de ambos países continúan como un arma central en esta contienda económica y política, cuya resolución aún parece distante.

El dólar estadounidense, en medio de la escalada comercial, alcanzó su nivel más bajo frente al euro en tres años, reflejando el impacto generalizado de esta disputa entre las dos potencias mundiales.

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