Mundo

Choque entre Elon Musk y Donald Trump sacude la política y el sector tecnológico de EEUU

El conflicto entre Elon Musk y Donald Trump alcanzó nuevos niveles tras acusaciones cruzadas, repercusiones financieras millonarias y declaraciones que afectan relaciones políticas clave, impactando empresas como Tesla y SpaceX y generando incertidumbre en el ámbito gubernamental y empresarial estadounidense.

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Choque entre Elon Musk y Donald Trump sacude la política y el sector tecnológico de EEUU

El conflicto entre Elon Musk y Donald Trump alcanzó nuevos niveles tras acusaciones cruzadas, repercusiones financieras millonarias y declaraciones que afectan relaciones políticas clave, impactando empresas como Tesla y SpaceX y generando incertidumbre en el ámbito gubernamental y empresarial estadounidense.

"Musk ha perdido la cabeza"

– Publicó Donald Trump en su plataforma Truth Social.

6/6/2025

En los últimos días, el empresario Elon Musk y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizaron una escalada de acusaciones públicas y descalificaciones personales que han tenido repercusiones directas en el ámbito político y económico del país.


El desencadenante fue la acusación de Musk, quien sugirió la implicación de Trump en los archivos de Jeffrey Epstein. Además, el fundador de Tesla calificó el proyecto de ley fiscal impulsado por Trump como una “abominación repugnante”, advirtiendo que podría incrementar la deuda nacional en 2.4 billones de dólares y dejar sin seguro de salud a más de 10 millones de personas.


Trump respondió a través de su red Truth Social negando los señalamientos y citando al abogado David Schoen, defensor de Epstein, quien aseguró que el difunto financiero “no poseía información perjudicial sobre Trump”. El mandatario estadounidense manifestó además que no tiene interés en dialogar con Musk y declaró que el empresario “tiene un problema”.


El conflicto generó consecuencias inmediatas en los mercados financieros: la fortuna personal de Musk perdió 33 mil millones de dólares en un solo día y las acciones de Tesla descendieron un 14.2%, lo que representó una caída de 152 mil millones de dólares en el valor de mercado. Pese a ello, Tesla experimentó una recuperación parcial del 6% al día siguiente.


Hasta hace poco, Musk era uno de los principales aliados financieros de Trump, con una inversión de casi 300 millones de dólares en la campaña electoral presidencial de 2024. Sin embargo, la reciente ruptura ha dejado atrás esa relación estrecha.


En el plano político, Musk propuso impulsar un nuevo partido que represente al 80% del electorado ubicado en el centro del espectro político, idea que podría modificar el curso de las elecciones intermedias de 2026. Por su parte, Trump advirtió sobre la posible cancelación de contratos estatales con las compañías de Musk, medida que afectaría a SpaceX, actual proveedor esencial de la NASA.


Las repercusiones familiares y políticas no se hicieron esperar. Errol Musk exhortó a su hijo a resolver la disputa, mientras el vicepresidente JD Vance expresó públicamente su respaldo a Trump, afirmando su confianza en la gestión presidencial.


Pese al ambiente de tensión, Musk manifestó apertura a reconciliarse luego de comentarios en redes sociales que abogaban por una tregua, aunque la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, confirmó que hasta el momento no existen planes para organizar una conversación entre las partes.


La disputa entre Musk y Trump trasciende lo personal, provocando efectos económicos inmediatos, reconfiguración de alianzas políticas y nuevas interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre el gobierno federal y las industrias tecnológicas estratégicas en Estados Unidos.

Algo Curioso

"Musk ha perdido la cabeza"

– Publicó Donald Trump en su plataforma Truth Social.

Jun 6, 2025
Colglobal News

En los últimos días, el empresario Elon Musk y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizaron una escalada de acusaciones públicas y descalificaciones personales que han tenido repercusiones directas en el ámbito político y económico del país.


El desencadenante fue la acusación de Musk, quien sugirió la implicación de Trump en los archivos de Jeffrey Epstein. Además, el fundador de Tesla calificó el proyecto de ley fiscal impulsado por Trump como una “abominación repugnante”, advirtiendo que podría incrementar la deuda nacional en 2.4 billones de dólares y dejar sin seguro de salud a más de 10 millones de personas.


Trump respondió a través de su red Truth Social negando los señalamientos y citando al abogado David Schoen, defensor de Epstein, quien aseguró que el difunto financiero “no poseía información perjudicial sobre Trump”. El mandatario estadounidense manifestó además que no tiene interés en dialogar con Musk y declaró que el empresario “tiene un problema”.


El conflicto generó consecuencias inmediatas en los mercados financieros: la fortuna personal de Musk perdió 33 mil millones de dólares en un solo día y las acciones de Tesla descendieron un 14.2%, lo que representó una caída de 152 mil millones de dólares en el valor de mercado. Pese a ello, Tesla experimentó una recuperación parcial del 6% al día siguiente.


Hasta hace poco, Musk era uno de los principales aliados financieros de Trump, con una inversión de casi 300 millones de dólares en la campaña electoral presidencial de 2024. Sin embargo, la reciente ruptura ha dejado atrás esa relación estrecha.


En el plano político, Musk propuso impulsar un nuevo partido que represente al 80% del electorado ubicado en el centro del espectro político, idea que podría modificar el curso de las elecciones intermedias de 2026. Por su parte, Trump advirtió sobre la posible cancelación de contratos estatales con las compañías de Musk, medida que afectaría a SpaceX, actual proveedor esencial de la NASA.


Las repercusiones familiares y políticas no se hicieron esperar. Errol Musk exhortó a su hijo a resolver la disputa, mientras el vicepresidente JD Vance expresó públicamente su respaldo a Trump, afirmando su confianza en la gestión presidencial.


Pese al ambiente de tensión, Musk manifestó apertura a reconciliarse luego de comentarios en redes sociales que abogaban por una tregua, aunque la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, confirmó que hasta el momento no existen planes para organizar una conversación entre las partes.


La disputa entre Musk y Trump trasciende lo personal, provocando efectos económicos inmediatos, reconfiguración de alianzas políticas y nuevas interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre el gobierno federal y las industrias tecnológicas estratégicas en Estados Unidos.

En los últimos días, el empresario Elon Musk y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizaron una escalada de acusaciones públicas y descalificaciones personales que han tenido repercusiones directas en el ámbito político y económico del país.


El desencadenante fue la acusación de Musk, quien sugirió la implicación de Trump en los archivos de Jeffrey Epstein. Además, el fundador de Tesla calificó el proyecto de ley fiscal impulsado por Trump como una “abominación repugnante”, advirtiendo que podría incrementar la deuda nacional en 2.4 billones de dólares y dejar sin seguro de salud a más de 10 millones de personas.


Trump respondió a través de su red Truth Social negando los señalamientos y citando al abogado David Schoen, defensor de Epstein, quien aseguró que el difunto financiero “no poseía información perjudicial sobre Trump”. El mandatario estadounidense manifestó además que no tiene interés en dialogar con Musk y declaró que el empresario “tiene un problema”.


El conflicto generó consecuencias inmediatas en los mercados financieros: la fortuna personal de Musk perdió 33 mil millones de dólares en un solo día y las acciones de Tesla descendieron un 14.2%, lo que representó una caída de 152 mil millones de dólares en el valor de mercado. Pese a ello, Tesla experimentó una recuperación parcial del 6% al día siguiente.


Hasta hace poco, Musk era uno de los principales aliados financieros de Trump, con una inversión de casi 300 millones de dólares en la campaña electoral presidencial de 2024. Sin embargo, la reciente ruptura ha dejado atrás esa relación estrecha.


En el plano político, Musk propuso impulsar un nuevo partido que represente al 80% del electorado ubicado en el centro del espectro político, idea que podría modificar el curso de las elecciones intermedias de 2026. Por su parte, Trump advirtió sobre la posible cancelación de contratos estatales con las compañías de Musk, medida que afectaría a SpaceX, actual proveedor esencial de la NASA.


Las repercusiones familiares y políticas no se hicieron esperar. Errol Musk exhortó a su hijo a resolver la disputa, mientras el vicepresidente JD Vance expresó públicamente su respaldo a Trump, afirmando su confianza en la gestión presidencial.


Pese al ambiente de tensión, Musk manifestó apertura a reconciliarse luego de comentarios en redes sociales que abogaban por una tregua, aunque la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, confirmó que hasta el momento no existen planes para organizar una conversación entre las partes.


La disputa entre Musk y Trump trasciende lo personal, provocando efectos económicos inmediatos, reconfiguración de alianzas políticas y nuevas interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre el gobierno federal y las industrias tecnológicas estratégicas en Estados Unidos.

Algo Curioso

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