La investigación sobre el impacto del ciclo menstrual en el cerebro ha dado un paso significativo con la publicación de dos estudios en octubre, los cuales realizaron escaneos cerebrales detallados de mujeres en múltiples puntos a lo largo de su ciclo menstrual. Estos estudios descubrieron que el volumen o grosor de ciertas regiones cerebrales cambia en sincronía con los niveles hormonales. Las áreas del cerebro destacadas por ambos estudios pertenecen al sistema límbico, un conjunto de estructuras cerebrales que regulan las emociones, la memoria y el comportamiento.
Los ciclos menstruales, marcados por el flujo y reflujo de hormonas preparatorias para el embarazo, no solo transforman los órganos reproductivos sino que, según la investigación reciente, también remodelan el cerebro. Este fenómeno sugiere una interconexión profunda entre la fisiología reproductiva y la estructura cerebral, subrayando la complejidad de los sistemas hormonales y su impacto más allá de la reproducción.
Los estudios utilizan técnicas avanzadas de resonancia magnética (MRI) para mapear los cambios estructurales en todo el cerebro durante tres fases del ciclo menstrual: ovulación, menstruación y fase lútea media. Estas fases se caracterizan por variaciones significativas en los niveles de estrógeno y progesterona, hormonas que juegan roles cruciales en la regulación del ciclo menstrual. Los resultados, que aún no han sido revisados por pares, fueron publicados en la base de datos de preimpresión bioRxiv, ofreciendo una visión sin precedentes de cómo la morfología cerebral se ajusta en respuesta a las fluctuaciones hormonales.