Salud

Convivir Con Perros Reduce el Estrés y Mejora la Concentración, Revela Estudio

Un reciente estudio internacional ha demostrado que pasar tiempo de calidad con perros no solo disminuye el estrés y la ansiedad, sino que también potencia las ondas cerebrales relacionadas con la relajación y la concentración.

Salud

Convivir Con Perros Reduce el Estrés y Mejora la Concentración, Revela Estudio

Un reciente estudio internacional ha demostrado que pasar tiempo de calidad con perros no solo disminuye el estrés y la ansiedad, sino que también potencia las ondas cerebrales relacionadas con la relajación y la concentración.

"Este estudio proporciona valiosa información para esclarecer los efectos terapéuticos y los mecanismos subyacentes de las intervenciones asistidas por animales"

- Onyoo Yoo, investigador principal del estudio.

19/3/2024

Investigadores de la Universidad Konkuk en Corea del Sur llevaron a cabo un estudio en el que se analizó la actividad cerebral de 30 participantes mientras interactuaban con un caniche bien entrenado de cuatro años. Durante el estudio, se observó que actividades como jugar y caminar con el perro incrementaban la fuerza de las oscilaciones de las ondas alfa en el cerebro, lo que indica un estado de relajación. Por otro lado, actividades como acariciar o masajear al perro se asociaron con un aumento en las ondas beta, vinculadas a una mayor concentración.

Los participantes, compuestos por 15 hombres y 15 mujeres mayores de 20 años, realizaron ocho actividades diferentes con el perro, incluyendo alimentarlo, acariciarlo, pasearlo y tomarle fotografías. Después de cada actividad, reportaron sentirse significativamente menos fatigados, deprimidos y estresados. Este hallazgo sugiere que la interacción con perros no solo proporciona beneficios emocionales inmediatos, sino que también puede tener efectos positivos duraderos en el bienestar mental.

La metodología del estudio incluyó el uso de electroencefalogramas (EEG) para medir la actividad eléctrica en el cerebro de los participantes, proporcionando así una evaluación objetiva de los cambios inducidos por la interacción con el perro. Los resultados publicados en la revista PLOS ONE resaltan la importancia de las interacciones específicas con animales en la generación de estados mentales beneficiosos, ofreciendo una base científica para la terapia asistida por animales.

Expertos en el campo han elogiado el estudio por su enfoque en medir los efectos específicos de diferentes tipos de interacción animal en el cerebro humano. Sin embargo, también señalaron la necesidad de estudios adicionales para confirmar estos hallazgos y explorar más a fondo los mecanismos subyacentes que vinculan la interacción con mascotas a los beneficios observados en la actividad cerebral.

Algo Curioso
Los estudios previos han mostrado que no solo las personas se benefician de la interacción con perros; los canes también experimentan aumentos en sus niveles de oxitocina, conocida como la hormona del amor y la vinculación, durante estas interacciones, lo que sugiere un beneficio mutuo en la relación humano-animal.

Potenciando la Concentración y el Bienestar a Través de la Caninoterapia

El estudio no solo destacó la influencia positiva de las interacciones con perros en las ondas cerebrales, sino que también puso en relieve la especificidad de las actividades y sus efectos. Por ejemplo, las tareas que involucraron un contacto más directo y físico con el perro, como acariciar y masajear, condujeron a un aumento en las ondas beta, asociadas con una mejor atención y concentración. Estos resultados son especialmente relevantes en contextos terapéuticos donde se busca fomentar la concentración y la estabilidad emocional en individuos que pueden estar experimentando altos niveles de estrés o ansiedad.

En contraste, actividades más dinámicas como jugar y caminar con el perro se relacionaron con un incremento en las ondas alfa, sugiriendo un estado de relajación y calma mental. Este efecto podría ser utilizado en programas de manejo del estrés, donde el objetivo es inducir un estado de relajación profunda en los participantes. Además, los participantes del estudio reportaron mejoras significativas en su estado de ánimo, lo que indica una reducción en los sentimientos de fatiga y depresión tras la interacción con el animal.

Refinando la Práctica de la Terapia Asistida por Perros

Al distinguir entre diferentes tipos de actividades y sus impactos correspondientes en las ondas cerebrales, los investigadores proporcionan una guía para seleccionar acciones terapéuticas que se alineen con los objetivos específicos de tratamiento para diferentes condiciones psicológicas y emocionales. Por ejemplo, actividades que generan ondas alfa podrían ser más adecuadas para tratamientos enfocados en la reducción de la ansiedad, mientras que aquellas que estimulan las ondas beta podrían ser beneficiosas en terapias destinadas a mejorar la concentración y la atención.

La investigación subraya la importancia de la selección de perros en las terapias asistidas por animales, destacando la necesidad de canes bien entrenados y con temperamentos adecuados para facilitar interacciones terapéuticas efectivas. Además, los hallazgos sugieren que las personas no necesitan ser dueñas de mascotas para experimentar los beneficios de la terapia asistida por animales, lo que amplía el alcance potencial de estas intervenciones a una población más amplia.

El estudio también identificó la duración óptima de las sesiones de terapia con perros, en promedio de tres minutos por actividad, proporcionando una referencia valiosa para el tiempo de interacción en sesiones terapéuticas futuras. Este dato es crucial para maximizar los beneficios terapéuticos mientras se asegura el bienestar del animal y se mantiene el interés y la participación del paciente.

"Este estudio proporciona valiosa información para esclarecer los efectos terapéuticos y los mecanismos subyacentes de las intervenciones asistidas por animales"

- Onyoo Yoo, investigador principal del estudio.

Mar 19, 2024
Colglobal News

Investigadores de la Universidad Konkuk en Corea del Sur llevaron a cabo un estudio en el que se analizó la actividad cerebral de 30 participantes mientras interactuaban con un caniche bien entrenado de cuatro años. Durante el estudio, se observó que actividades como jugar y caminar con el perro incrementaban la fuerza de las oscilaciones de las ondas alfa en el cerebro, lo que indica un estado de relajación. Por otro lado, actividades como acariciar o masajear al perro se asociaron con un aumento en las ondas beta, vinculadas a una mayor concentración.

Los participantes, compuestos por 15 hombres y 15 mujeres mayores de 20 años, realizaron ocho actividades diferentes con el perro, incluyendo alimentarlo, acariciarlo, pasearlo y tomarle fotografías. Después de cada actividad, reportaron sentirse significativamente menos fatigados, deprimidos y estresados. Este hallazgo sugiere que la interacción con perros no solo proporciona beneficios emocionales inmediatos, sino que también puede tener efectos positivos duraderos en el bienestar mental.

La metodología del estudio incluyó el uso de electroencefalogramas (EEG) para medir la actividad eléctrica en el cerebro de los participantes, proporcionando así una evaluación objetiva de los cambios inducidos por la interacción con el perro. Los resultados publicados en la revista PLOS ONE resaltan la importancia de las interacciones específicas con animales en la generación de estados mentales beneficiosos, ofreciendo una base científica para la terapia asistida por animales.

Expertos en el campo han elogiado el estudio por su enfoque en medir los efectos específicos de diferentes tipos de interacción animal en el cerebro humano. Sin embargo, también señalaron la necesidad de estudios adicionales para confirmar estos hallazgos y explorar más a fondo los mecanismos subyacentes que vinculan la interacción con mascotas a los beneficios observados en la actividad cerebral.

Investigadores de la Universidad Konkuk en Corea del Sur llevaron a cabo un estudio en el que se analizó la actividad cerebral de 30 participantes mientras interactuaban con un caniche bien entrenado de cuatro años. Durante el estudio, se observó que actividades como jugar y caminar con el perro incrementaban la fuerza de las oscilaciones de las ondas alfa en el cerebro, lo que indica un estado de relajación. Por otro lado, actividades como acariciar o masajear al perro se asociaron con un aumento en las ondas beta, vinculadas a una mayor concentración.

Los participantes, compuestos por 15 hombres y 15 mujeres mayores de 20 años, realizaron ocho actividades diferentes con el perro, incluyendo alimentarlo, acariciarlo, pasearlo y tomarle fotografías. Después de cada actividad, reportaron sentirse significativamente menos fatigados, deprimidos y estresados. Este hallazgo sugiere que la interacción con perros no solo proporciona beneficios emocionales inmediatos, sino que también puede tener efectos positivos duraderos en el bienestar mental.

La metodología del estudio incluyó el uso de electroencefalogramas (EEG) para medir la actividad eléctrica en el cerebro de los participantes, proporcionando así una evaluación objetiva de los cambios inducidos por la interacción con el perro. Los resultados publicados en la revista PLOS ONE resaltan la importancia de las interacciones específicas con animales en la generación de estados mentales beneficiosos, ofreciendo una base científica para la terapia asistida por animales.

Expertos en el campo han elogiado el estudio por su enfoque en medir los efectos específicos de diferentes tipos de interacción animal en el cerebro humano. Sin embargo, también señalaron la necesidad de estudios adicionales para confirmar estos hallazgos y explorar más a fondo los mecanismos subyacentes que vinculan la interacción con mascotas a los beneficios observados en la actividad cerebral.

Algo Curioso
Los estudios previos han mostrado que no solo las personas se benefician de la interacción con perros; los canes también experimentan aumentos en sus niveles de oxitocina, conocida como la hormona del amor y la vinculación, durante estas interacciones, lo que sugiere un beneficio mutuo en la relación humano-animal.

Potenciando la Concentración y el Bienestar a Través de la Caninoterapia

El estudio no solo destacó la influencia positiva de las interacciones con perros en las ondas cerebrales, sino que también puso en relieve la especificidad de las actividades y sus efectos. Por ejemplo, las tareas que involucraron un contacto más directo y físico con el perro, como acariciar y masajear, condujeron a un aumento en las ondas beta, asociadas con una mejor atención y concentración. Estos resultados son especialmente relevantes en contextos terapéuticos donde se busca fomentar la concentración y la estabilidad emocional en individuos que pueden estar experimentando altos niveles de estrés o ansiedad.

En contraste, actividades más dinámicas como jugar y caminar con el perro se relacionaron con un incremento en las ondas alfa, sugiriendo un estado de relajación y calma mental. Este efecto podría ser utilizado en programas de manejo del estrés, donde el objetivo es inducir un estado de relajación profunda en los participantes. Además, los participantes del estudio reportaron mejoras significativas en su estado de ánimo, lo que indica una reducción en los sentimientos de fatiga y depresión tras la interacción con el animal.

Refinando la Práctica de la Terapia Asistida por Perros

Al distinguir entre diferentes tipos de actividades y sus impactos correspondientes en las ondas cerebrales, los investigadores proporcionan una guía para seleccionar acciones terapéuticas que se alineen con los objetivos específicos de tratamiento para diferentes condiciones psicológicas y emocionales. Por ejemplo, actividades que generan ondas alfa podrían ser más adecuadas para tratamientos enfocados en la reducción de la ansiedad, mientras que aquellas que estimulan las ondas beta podrían ser beneficiosas en terapias destinadas a mejorar la concentración y la atención.

La investigación subraya la importancia de la selección de perros en las terapias asistidas por animales, destacando la necesidad de canes bien entrenados y con temperamentos adecuados para facilitar interacciones terapéuticas efectivas. Además, los hallazgos sugieren que las personas no necesitan ser dueñas de mascotas para experimentar los beneficios de la terapia asistida por animales, lo que amplía el alcance potencial de estas intervenciones a una población más amplia.

El estudio también identificó la duración óptima de las sesiones de terapia con perros, en promedio de tres minutos por actividad, proporcionando una referencia valiosa para el tiempo de interacción en sesiones terapéuticas futuras. Este dato es crucial para maximizar los beneficios terapéuticos mientras se asegura el bienestar del animal y se mantiene el interés y la participación del paciente.

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