Corea del Norte reafirmó su intención de "destruir totalmente" a sus enemigos en caso de guerra, según reportes de la agencia estatal KCNA. Esta declaración se produjo durante una reunión con altos oficiales militares, incluyendo al coronel Ri Un-ryong y al teniente comandante Yu Kyong-song, en el marco de la conmemoración del 71º aniversario del armisticio de la Guerra de Corea.
Durante el evento, los funcionarios militares expresaron su "odio creciente" hacia Estados Unidos y Corea del Sur, prometiendo mejorar la eficiencia bélica para llevar a cabo un "ataque abrumador" en cualquier momento y sin demora, una vez que el líder Kim Jong-un dé la orden. La relación entre Corea del Norte y Estados Unidos ha permanecido tensa, sin vínculos diplomáticos y con las negociaciones sobre la reducción de tensiones y la desnuclearización estancadas desde 2019. Recientemente, los medios estatales norcoreanos indicaron que no esperan cambios en esta situación, independientemente de quién sea elegido en las próximas elecciones presidenciales de EE. UU.
El armisticio que puso fin a las hostilidades en la Guerra de Corea fue firmado el 27 de julio de 1953 entre Corea del Norte, Estados Unidos y China, con generales estadounidenses representando a las fuerzas de la ONU que apoyaron a Corea del Sur. Aunque Corea del Norte celebra este día como el "Día de la Victoria", Corea del Sur no realiza eventos significativos para conmemorarlo, dado que el acuerdo fue un alto al fuego y no un tratado de paz, lo que significa que ambas partes siguen técnicamente en guerra.
En respuesta a estas tensiones, el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, se reunió en Tokio con el ministro de Defensa japonés, Minoru Kihara, y el ministro de Defensa surcoreano, Shin Won-sik, para firmar un acuerdo de cooperación trilateral que incluye el intercambio en tiempo real de datos sobre advertencias de misiles norcoreanos y ejercicios militares conjuntos. Tokio también está buscando establecer un nuevo cuartel general conjunto para coordinar mejor sus fuerzas armadas y colaborar con Washington ante las crecientes amenazas regionales de China y Corea del Norte. Corea del Norte celebra el 27 de julio como el "Día de la Victoria", a pesar de que el armisticio de 1953 solo marcó un alto al fuego y no un tratado de paz formal.