Corea del Norte ha llevado a cabo una prueba significativa de un misil balístico intercontinental (ICBM), según informes de The Guardian, AP News y ABC News. Este lanzamiento, realizado el lunes, es el primero de su tipo en cinco meses y sugiere el uso de un arma más ágil y avanzada, posiblemente el misil Hwasong-18, alimentado con combustible sólido. Este tipo de ICBM es más difícil de detectar antes del lanzamiento en comparación con los misiles de combustible líquido, lo que representa un desafío adicional para los sistemas de detección enemigos.
El misil, según se informa, voló aproximadamente 1,000 kilómetros (620 millas) y alcanzó una altitud máxima de más de 6,000 kilómetros antes de caer en el mar entre la península de Corea y Japón. Estos detalles sugieren que el misil tiene la capacidad teórica de alcanzar cualquier parte del territorio continental de los Estados Unidos, dependiendo de la trayectoria y el tamaño de la ojiva.
Este lanzamiento se produce en un contexto de crecientes tensiones en la región, particularmente después de que Estados Unidos y Corea del Sur anunciaran planes para fortalecer su disuasión nuclear en respuesta a las amenazas nucleares en evolución de Corea del Norte. La prueba del ICBM es vista como una respuesta directa a estos movimientos, así como un mensaje de desafío a la comunidad internacional.