Corea del Norte ha aumentado su frecuencia de pruebas de misiles en los últimos meses, intensificando las preocupaciones de seguridad en la región. Según informes de las fuerzas militares de Corea del Sur, alrededor de 10 misiles balísticos, presuntamente de corto alcance, fueron lanzados desde una zona cercana a Pyongyang. Los proyectiles volaron aproximadamente 350 kilómetros antes de aterrizar en el Mar del Este, también conocido como el Mar de Japón.
La respuesta internacional no se hizo esperar. Japón emitió una advertencia de seguridad marítima y condenó enérgicamente los lanzamientos, calificándolos como violaciones directas de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. El gobierno japonés ha expresado su preocupación por el impacto que estas pruebas tienen en la seguridad y estabilidad de la región.
Las relaciones entre Corea del Norte y sus vecinos, así como con Estados Unidos, se encuentran en un estado delicado. Estos lanzamientos recientes siguen a una serie de ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón, los cuales han sido siempre un punto de fricción con Pyongyang.
Ante la creciente tensión, las autoridades surcoreanas han hecho un llamado a la comunidad internacional para que se mantenga vigilante y para que se refuercen las sanciones contra Corea del Norte, con el objetivo de inducir al régimen a cesar sus pruebas de misiles y retornar a la mesa de negociaciones.}