En una declaración impactante ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el coronel retirado Heber Hernán Gómez Naranjo reveló detalles sombríos sobre las operaciones del Batallón de Artillería La Popa, bajo el mando del excomandante Publio Hernán Mejía. El juicio involucra la responsabilidad de dicho batallón en al menos 72 ejecuciones extrajudiciales, conocidas como falsos positivos, que tuvieron lugar entre 2002 y 2003.
Gómez Naranjo, en libertad condicionada tras someterse a la JEP, detalló que las tropas recogían cuerpos de personas asesinadas por grupos paramilitares, reportándolos falsamente como bajas en combate. Ingresó al Batallón en junio de 2001 y presenció un cambio en la estrategia militar con la llegada de Mejía en diciembre del mismo año. Bajo el liderazgo de Mejía, se formaron dos pelotones especiales, Zarpazo y Trueno, que operaban principalmente de noche y contaban con armamento sofisticado.
Según la JEP, estos grupos fueron responsables de las ejecuciones de al menos 72 personas en 35 eventos diferentes. Gómez narró un caso en particular en el cual se le ordenó falsear la información sobre un cuerpo encontrado en un área donde los paramilitares habían dejado un cadáver. Pese a la ausencia de combate, Mejía instruyó reportar el incidente como baja en combate, justificando la falsificación con la frase: "no se preocupe que era un bandido".
El coronel retirado admitió que, tras este primer incidente, se estableció un patrón operativo donde se recogían cuerpos dejados por paramilitares y se presentaban falsamente como resultado de combates. Gómez Naranjo también señaló una clara alianza entre el batallón y los paramilitares, lo que afectó la percepción de respeto hacia Mejía dentro de las tropas.
Durante el juicio, Gómez expresó su temor por su vida y la presión que sintió para no revelar la verdad sobre estos actos. A pesar de las amenazas recibidas, decidió contar lo sucedido, afirmando que nunca dio la orden de matar a nadie.
La audiencia continuará en los próximos días, mientras el fiscal busca justicia para las 72 víctimas de estas ejecuciones extrajudiciales. Los falsos positivos en Colombia son un eufemismo para referirse a las ejecuciones extrajudiciales de civiles inocentes que luego eran reportados como guerrilleros muertos en combate, una práctica que se dio mayormente durante el conflicto armado colombiano.