La situación humanitaria en Gaza continúa agravándose según el último informe de la ONU, que señala que 470,000 personas, equivalentes al 22% de la población total de la franja (2.1 millones de habitantes), se encuentran en riesgo inminente de muerte por hambruna si no reciben ayuda alimentaria inmediata. Más de un millón de habitantes padecen inseguridad alimentaria grave y necesitan asistencia urgente.
El Ministerio de Sanidad de Gaza ha confirmado el fallecimiento de 29 niños por inanición en un lapso de 48 horas. Las cifras muestran que más del 92% de los bebés entre seis y 24 meses, así como mujeres embarazadas y lactantes, experimentan una deficiencia significativa de nutrientes esenciales para sobrevivir. En este contexto, cerca de 71,000 niños menores de cinco años padecen graves niveles de desnutrición, de los cuales 14,100 representan casos críticos que requieren intervención inmediata.
La crisis ha sido profundizada por un bloqueo de más de 80 días impuesto por Israel, que restringe severamente la entrada de ayuda humanitaria, dejando a la población sin acceso a alimentos, combustible, productos de higiene ni agua potable. Los bombardeos han provocado daños o destrucción en más del 92% de las viviendas de la región. A pesar de la autorización de algunos camiones de ayuda, las fuerzas israelíes han restringido la distribución, limitando el acceso a los suministros más básicos.
UNICEF advierte que la falta de alimentos ha incrementado la malnutrición aguda en la niñez. Se prevé que en los próximos meses, 71,000 menores de cinco años y más de 17,000 mujeres embarazadas y lactantes requieran tratamiento inmediato para la desnutrición aguda. La agencia ha logrado rastrear a más de 85,000 niños para detectar casos de malnutrición, de los cuales 2,909 han sido admitidos en programas de tratamiento de malnutrición moderada y 579 en programas para malnutrición severa.
El aumento de precios agrava la crisis: un saco de harina de 55 libras se vende actualmente a $300, monto inaccesible para la mayoría de la población. El desplazamiento masivo afecta al 90% de los habitantes de Gaza, lo que ha provocado la pérdida de medios de vida para innumerables familias.
UNICEF ha distribuido ayuda alimentaria y suministros médicos, proporcionando asistencia directa a 200,000 personas a través de transferencias de efectivo humanitario. Sin embargo, el cierre de los cruces fronterizos desde el 2 de marzo ha limitado aún más la disponibilidad de alimentos, provocando que los precios suban considerablemente e imposibilitando a la población adquirir lo necesario para subsistir.
Frente a este panorama, la ONU y UNICEF han hecho reiterados llamados a la comunidad internacional para que se facilite el acceso a la ayuda humanitaria y se prioricen las necesidades de los civiles atrapados en Gaza.