La situación en Gaza se ha tornado crítica, especialmente en el sector de la salud. El hospital de Shifa, el más grande de la región, ha dejado de funcionar adecuadamente debido a los constantes bombardeos y la falta de recursos esenciales. Según el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el hospital se encuentra en una situación desesperada y peligrosa, incapaz de proporcionar la atención necesaria a los pacientes.
El conflicto en curso ha llevado a una escasez crítica de suministros médicos y combustible, lo que ha afectado gravemente la capacidad del hospital para operar. Los médicos se ven obligados a realizar cirugías sin anestesia y el cuidado de los pacientes se ha vuelto cada vez más difícil. La falta de electricidad ha tenido un impacto particularmente devastador en los servicios de cuidados intensivos y en las incubadoras para bebés prematuros.
Además, el hospital de Al-Quds también ha cerrado debido a la falta de combustible, exacerbando aún más la crisis sanitaria en Gaza. La situación se ha vuelto tan crítica que incluso se ha informado de la muerte de pacientes, incluyendo bebés, debido a la falta de suministros esenciales. Los trabajadores de la salud están haciendo esfuerzos sobrehumanos para mantener los servicios en medio de condiciones extremadamente adversas.
Esta crisis en los hospitales de Gaza no solo representa un desafío humanitario, sino que también plantea serias preocupaciones sobre la violación de los derechos humanos y las leyes internacionales. La dificultad para proporcionar atención médica adecuada en medio del conflicto pone en riesgo la vida de miles de civiles, incluidos niños y personas vulnerables.