La situación en la isla griega de Santorini se ha vuelto crítica después de que una serie de terremotos subacuáticos forzaron a residentes, turistas y trabajadores a abandonar el área. Durante el fin de semana, se han registrado más de 200 temblores, la mayoría en las aguas entre Santorini y Amorgos. El sismo más fuerte, con una magnitud de 4.8 en la escala de Richter, se registró el 3 de febrero de 2025 a las 2:17 PM hora local.
Las autoridades griegas han elevado el nivel de alerta ante la posibilidad de un desastre natural inminente. En respuesta, Aegean Airlines ha duplicado el número de vuelos de Atenas a Santorini para los próximos dos días. Sin embargo, los boletos se agotaron en cuestión de segundos. Las compañías de ferry también han incrementado sus servicios, ante la alta demanda de personas que buscan salir de la isla.
Los deslizamientos de tierra y rocas se han convertido en un problema adicional, y muchos turistas han optado por dormir al aire libre o en sus vehículos debido al temor de réplicas. El seismólogo Dr. Gerassimos Papadopoulos ha indicado que el número de temblores ha aumentado y que los epicentros se han desplazado hacia el noreste, lo cual eleva el riesgo de un terremoto mayor. El Prof. Manolis Skordylis ha advertido que una falla sísmica en la región podría activarse y causar un terremoto superior a 6 en la escala de Richter.
Las escuelas en Santorini y en las islas cercanas de Ios, Anafi y Amorgos permanecerán cerradas hasta el 7 de febrero para garantizar la seguridad de los estudiantes. Se han emitido advertencias a la población para evitar edificios en ruinas, grandes concentraciones de personas en espacios cerrados, y la costa y ciertos puertos, ya que un terremoto podría desencadenar un tsunami.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha instado a los isleños a mantener la calma y seguir las indicaciones del ministerio de protección civil. Equipos de emergencia, incluyendo personal médico y fuerzas especiales, han llegado a la isla para asistir en cualquier eventualidad. Se han establecido áreas de espera en zonas elevadas para posibles evacuaciones.
La región tiene una destacada historia sísmica que incluye el terremoto de magnitud 7.7 que afectó a Amorgos y Santorini en 1956, causando 53 muertes y daños significativos. Santorini, que atrae a aproximadamente 3.5 millones de turistas al año, se encuentra en una zona sísmicamente activa, lo cual es causa de particular preocupación para las autoridades y los habitantes.