Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, el presidente estadounidense Donald Trump ha vuelto a ser el foco de atención por sus controversiales propuestas y declaraciones. Entre ellas, destaca su interés por convertir a Canadá en el 51º estado de Estados Unidos y retomar su intención de adquirir Groenlandia, una idea que surgió originalmente en 2019 bajo su primera administración.
El planteamiento de Trump sobre Groenlandia se ha sustentado en la postura de que el territorio autónomo danés es estratégico para la seguridad económica de Estados Unidos, especialmente debido a sus recursos naturales, que serían más accesibles a medida que el calentamiento global acelera el deshielo en la región. El presidente ha retomado esta propuesta con renovado ímpetu y ha encontrado respaldo en algunos sectores políticos. Por ejemplo, Buddy Carter, representante republicano por Georgia, presentó un proyecto de ley para autorizar su compra y sugirió renombrarlo como "Red, White and Blueland".
Ante esta reiterada propuesta, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, reiteró que Groenlandia no está en venta y que su soberanía pertenece únicamente a los groenlandeses. Su homólogo en Groenlandia, Múte Egede, respaldó esta postura al enfatizar que cualquier decisión sobre su futuro será determinada por los propios habitantes del territorio.
En paralelo, las controversias de Trump han despertado respuestas creativas y humorísticas en otros países. Más de 200,000 ciudadanos daneses firmaron recientemente una petición satírica que plantea la posibilidad de que Dinamarca "compre" California, estado que ha sido objeto de crecientes tensiones entre Trump y el gobernador demócrata Gavin Newsom. Llamada "Måke Califørnia Great Ægain", esta campaña propone recaudar aproximadamente $1 billón para concretar la supuesta compra y llevar elementos culturales daneses como el "hygge" a lugares icónicos como Hollywood. El objetivo de la petición es alcanzar 500,000 firmas.
El conflicto entre Trump y California no es nuevo. El presidente ha calificado al estado como "el más arruinado de la unión" y ha criticado abiertamente a Newsom, quien destinó $50 millones a programas que contrarrestan las políticas de deportación del gobierno federal. Además, Newsom ha enfrentado amenazas por parte de la administración federal, incluyendo la posibilidad de que la asistencia en casos de desastres esté condicionada a su cooperación.
La controversia, tanto en Estados Unidos como en el ámbito internacional, sigue mostrando las divisiones que generan algunas de las propuestas y declaraciones del presidente. Mientras tanto, la petición danesa para "comprar" California evidencia la manera en que ciertas comunidades responden a las tensiones políticas a través del humor y la sátira.