El gobierno de Gustavo Petro enfrenta un nuevo conflicto interno luego de que el ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes, acusara públicamente al embajador en el Reino Unido, Roy Barreras, de haberle exigido asignar las direcciones de aduanas en Cali y Buenaventura, este último siendo el mayor puerto de Colombia. Según Reyes, los señalamientos datan de la época en que ejercía como director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) y Barreras se desempeñaba como presidente del Congreso.
En declaraciones a W Radio, Reyes afirmó que Barreras le hizo comentarios intimidantes, sugiriendo que su carrera podría “terminar en desastre”, utilizando una metáfora futbolística en la que insinuó que sería catastrófico “romperle las piernas” a un futbolista estrella. Este enfrentamiento ha captado la atención pública y se suma al complicado panorama político que atraviesa el gobierno desde que inició en agosto de 2022.
Reyes, conocido en redes sociales como "Mr. Taxes", expuso que su negativa a ceder ante este tipo de presiones derivó en enemistades con figuras políticas influyentes. En un hilo publicado en X, detalló que los nombramientos en cargos vinculados a áreas sensibles, como la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) y el Ministerio de Defensa, solo se realizaban tras analizar informes de antecedentes y asegurar que no existían alertas negativas.
Por su parte, Barreras, además de rechazar las acusaciones, instó a preservar la integridad del debate público. La controversia ocurre en medio de rumores sobre una posible renuncia de su cargo diplomático para postularse como candidato presidencial en 2026. "La campaña electoral debería ser un espacio de ideas y no de ataques", aseguró Barreras.
El caso llegó a oídos de la fiscal general, Luz Adriana Camargo, quien confirmó que Reyes presentó la denuncia correspondiente. Este incidente pone en evidencia, una vez más, el clientelismo histórico que caracteriza a algunos sectores políticos en Colombia, particularmente en cuanto a la influencia garantizada a través de designaciones estratégicas en puestos clave.
Este conflicto llega en un contexto de desgaste político para la administración de Petro, ya afectada por la suspensión de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otros casos de corrupción que han debilitado la reputación de su gobierno. En los últimos meses, las divisiones internas y señalamientos entre altos funcionarios han agravado una percepción de precariedad en su gestión.
Con una administración que enfrentó múltiples desafíos desde el inicio de su mandato, este episodio entre Reyes y Barreras se suma a la lista de situaciones que han hecho difícil mantener la cohesión dentro del gabinete. Buenaventura, uno de los puntos en disputa según la acusación, maneja cerca del 60% del comercio exterior marítimo de Colombia, lo que refuerza su importancia estratégica en el contexto económico y político del país.