En un incidente trágico y de graves consecuencias ambientales, los petroleros rusos Volgoneft-212 y Volgoneft-239 se hundieron en el Mar Negro debido a condiciones meteorológicas adversas. El Volgoneft-212, que transportaba 4,300 toneladas de fuel oil de baja calidad (mazut), se partió en dos tras ser golpeado por una gran ola, a unos 8 kilómetros de la costa de Crimea, cerca del estrecho de Kerch. En este incidente, al menos una persona perdió la vida y once más fueron hospitalizadas, con dos en estado grave, de los 15 miembros de la tripulación.
El Volgoneft-239, que también sufrió daños y quedó a la deriva con 14 tripulantes a bordo, encalló a 80 metros de la costa cerca del puerto de Taman. Las autoridades rusas confirmaron un derrame de aproximadamente 3,700 toneladas de mazut en el estrecho de Kerch, aunque los informes iniciales indicaban que los dos barcos transportaban en total 9,200 toneladas de petróleo.
La operación de rescate incluyó el uso de remolcadores y un helicóptero Mil Mi-8, pero las condiciones climáticas dificultaron significativamente la evacuación de la tripulación del Volgoneft-239, aunque este barco tenía los recursos necesarios para mantener a su tripulación a salvo.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó la creación de un grupo de trabajo para manejar la operación de rescate y mitigar el impacto del derrame. Además, las autoridades rusas han abierto dos casos penales para investigar posibles violaciones de seguridad.
En contra de la gestión rusa del desastre, Ucrania, a través de su portavoz naval Dmytro Pletenchuk, acusó a Moscú de imprudencia por permitir que estos petroleros antiguos salieran al mar en condiciones climáticas tan adversas. Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, calificó el derrame como un "desastre ambiental a gran escala" y pidió sanciones internacionales contra la flota de petróleo de Rusia, que ha estado eludiendo sanciones desde la invasión a Ucrania en 2022.
El Volgoneft-212, con 55 años de antigüedad, había sido recientemente reacondicionado, un proceso que implicó cortar la sección central del barco y soldar las partes de proa y popa, lo cual parece haber contribuido a su vulnerabilidad y posterior hundimiento. El Gobierno de la región de Krasnodar de Rusia informó que el petróleo derramado aún no había alcanzado la costa, aunque las condiciones climáticas complican los esfuerzos de contención y limpieza. Greenpeace ha advertido que un derrame en estas aguas tiene el potencial de ser grave y difícil de contener debido a las corrientes y vientos predominantes.
El desastre se produce en un contexto de conflicto militar intenso en la región. El estrecho de Kerch, una ruta de navegación clave, ha sido un punto de conflicto desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y esta situación ya ha llevado a un aumento en la mortalidad de delfines y otras especies marinas en la zona. La situación es crítica y los daños ecológicos podrían ser severos en un entorno marino ya afectado por la guerra. El Volgoneft-212, que tenía 55 años, había sido recientemente reacondicionado, algo que incluyó cortar su sección central para soldar nuevamente las partes de proa y popa, lo que parece haber contribuido a su vulnerabilidad y posterior hundimiento.