En abril de 2024, un equipo de científicos de la NASA, dirigido por Chad Greene, descubrió la base militar secreta Camp Century, enterrada a 30 metros bajo la capa de hielo de Groenlandia. El hallazgo fue logrado durante un vuelo de monitoreo de radar sobre la capa de hielo, utilizando la tecnología UAVSAR (Uninhabited Aerial Vehicle Synthetic Aperture Radar) para mapear las estructuras subterráneas.

Camp Century, construida entre 1959 y 1960 por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU., consistía en un sistema de 21 túneles que sumaban aproximadamente 3 kilómetros de longitud. La base fue diseñada para albergar hasta 200 soldados de manera permanente y tenía la capacidad para almacenar hasta 600 misiles balísticos nucleares de medio alcance. Su alimentación energética provino de un reactor nuclear PM-2, operativo por 33 meses, que generó más de 47,000 galones de desechos nucleares.

Camp Century fue parte del Proyecto Iceworm, un plan militar estadounidense que pretendía establecer una red de sitios de lanzamiento nuclear en Groenlandia. El proyecto tenía como objetivo expandirse a 52,000 millas cuadradas de túneles, incluyendo 60 centros de lanzamiento y 11,000 soldados. Sin embargo, debido a la inestabilidad del hielo, el proyecto nunca se completó y la base fue abandonada en 1967. En el proceso de abandono, se dejaron atrás miles de toneladas de desechos, incluyendo materiales radiactivos, 200,000 litros de combustible fósil y 24 millones de litros de otros desechos líquidos, como aguas residuales.
Desde su abandono, la acumulación de hielo ha cubierto la base. Sin embargo, con el creciente derretimiento del hielo debido al cambio climático, estimaciones sugieren que la capa de hielo de Groenlandia ha perdido un 35% de su volumen desde 1978, lo que podría llevar a la reexposición de Camp Century y sus desechos contaminantes. Los expertos advierten que, si el hielo continúa derritiéndose, los desechos podrían filtrarse y contaminar el océano.

Investigaciones apuntan a que Camp Century podría comenzar a perder hielo para el año 2090, planteando serias preguntas sobre la seguridad ambiental de los desechos nucleares y otros materiales peligrosos enterrados bajo el hielo. La NASA continúa usando datos del UAVSAR para comprender mejor la dinámica de la capa de hielo y sus implicaciones para el aumento del nivel del mar.
El descubrimiento de Camp Century pone en relieve la necesidad de monitorear las estructuras subterráneas y los desechos dejados por actividades humanas en regiones vulnerables al cambio climático, subrayando la importancia de los esfuerzos continuos para mitigar los efectos de la crisis climática. La base Camp Century también fue apodada "La Ciudad bajo el Hielo" y algunos de sus túneles en realidad eran grandes y funcionales salas de estar, mostrando el ingenio de la época.