La Agencia Nacional del Crimen del Reino Unido (NCA) ha llevado a cabo con éxito la Operación Destabilise, una investigación internacional que ha desenmascarado y desmantelado redes de lavado de dinero ruso. La operación, que ha revelado vastas conexiones con el tráfico de drogas, espionaje y el crimen organizado a nivel mundial, ha resultado en 84 arrestos y la confiscación de más de £20 millones en efectivo y criptomonedas.
Las redes criminales, identificadas como Smart y TGR, operaban en más de 30 países y estaban vinculadas a grupos delictivos transnacionales como los Kinahans, conocidos por su implicación en el tráfico de drogas y armas. Estos grupos facilitaban el lavado de dinero para oligarcas rusos, permitiéndoles evadir sanciones internacionales y mantener lujosos estilos de vida en Occidente.
El complejo esquema de operación de las redes involucraba la recolección de fondos en un país y la transferencia del valor equivalente a otro, a menudo intercambiando criptomonedas por efectivo. En particular, criminales rusos intercambiaban millones en criptomonedas adquiridas mediante ataques de ransomware por efectivo suministrado por grupos delictivos en el Reino Unido. Las criptomonedas eran luego utilizadas para comprar drogas de carteles sudamericanos.
El Departamento del Tesoro de EE. UU. también ha intervenido en la operación, sancionando a cinco individuos y cuatro entidades asociadas con el Grupo TGR por facilitar la evasión de sanciones. Entre los sancionados se encuentran George Rossi (ucraniano), Elena Chirkinyan (rusa), Andrejs Bradens (letón) y Ekaterina Zhdanova, esta última acusada de lavar más de $2.3 millones para grupos de ransomware como Ryuk.
La NCA ha documentado que las transacciones realizadas por estas redes han permitido a grupos delictivos en el Reino Unido reinvertir en actividades ilícitas, perpetuando la violencia y el daño a las comunidades. Además, estas redes contribuyeron a la financiación de operaciones de espionaje rusas y facilitaron la compra de propiedades en el Reino Unido por parte de oligarcas rusos.
Durante un período de cuatro meses, la NCA rastreó la actividad de lavado de dinero en 55 ubicaciones en Inglaterra, Escocia, Gales y las Islas del Canal. Un courier de efectivo en Londres, dirigido por Zhdanova y Krasnov, logró lavar más de £15 millones en dinero ilícito. Las redes operaban con márgenes de ganancia muy bajos, cobrando solo un 3% de comisión por el dinero lavado, lo que significa que tendrían que lavar alrededor de £700 millones para compensar los £20 millones confiscados.
La Operación Destabilise ha sido posible gracias a la cooperación internacional entre la NCA, el Departamento del Tesoro de EE. UU., la Dirección Central de la Policía Judicial de Francia y las autoridades en los Emiratos Árabes Unidos. Esta acción conjunta resalta la efectiva colaboración global en la lucha contra el crimen organizado transnacional y el lavado de dinero. Las criptomonedas han sido una herramienta clave para estos grupos criminales debido a su capacidad para transferir grandes sumas de dinero internacionalmente con relativa facilidad y anonimato, complicando los esfuerzos de las autoridades para rastrear y confiscar estos fondos ilícitos.