El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Stanford, involucró a 22 pares de gemelos idénticos sanos para controlar diferencias genéticas, de crianza y de estilo de vida. Los gemelos fueron divididos en dos grupos, ambos recibieron dietas saludables compuestas por vegetales, legumbres, frutas, granos enteros, nueces y semillas. La única diferencia era que uno de cada par de gemelos consumía una cantidad saludable de carne, mientras que la dieta del otro era estrictamente basada en plantas.
Durante las primeras cuatro semanas del ensayo, ambos grupos recibieron comidas especialmente preparadas para el desayuno, almuerzo y cena, y se les proporcionaron instrucciones estrictas sobre los bocadillos que podían consumir. Estos incluían evitar alimentos procesados y mantener una variedad equilibrada de grupos de alimentos. En la segunda parte del experimento, los participantes continuaron la dieta por su cuenta, comprando y cocinando durante otras cuatro semanas.
Aunque la pérdida de peso no era el objetivo principal, el estudio no incluyó una restricción calórica prescrita. Se les dijo a los participantes que comieran hasta sentirse saciados durante todo el estudio. Los resultados mostraron que, aunque ambos grupos mejoraron su salud cardiovascular, los gemelos con la dieta basada en plantas experimentaron las mayores mejoras.