Nicolas Puech, nieto del fundador de la casa de moda Hermès, ha causado revuelo con su plan de sucesión poco convencional. A sus 80 años, Puech, soltero y sin hijos, ha decidido adoptar a su jardinero de 51 años, originario de una humilde familia marroquí, y hacerlo su heredero legal. Este movimiento inesperado ha captado la atención mundial, no solo por la magnitud de la fortuna involucrada, sino también por la inusual naturaleza de la adopción.
Puech, quien posee entre el 5% y el 6% de Hermès, tiene una fortuna estimada entre 9 y 10 mil millones de francos suizos (aproximadamente entre 10.3 y 11.4 mil millones de dólares). Este plan de sucesión surge después de años de distanciamiento con su familia y tras su retiro del consejo de administración de Hermès en 2014. La decisión de Puech de no unirse a la empresa holding creada por otros miembros de su familia para bloquear una adquisición hostil por parte de LVMH, lo dejó como el único miembro de la familia con una participación significativa en la empresa.
El jardinero, cuya identidad no ha sido revelada, está casado con una mujer española y tiene dos hijos. Según informes, podría heredar al menos la mitad de la fortuna de Puech. Este plan ha generado un intenso debate sobre las implicaciones legales y éticas de tal decisión, especialmente considerando que Puech había prometido anteriormente su fortuna a la fundación Isócrates, dedicada a combatir la desinformación.