Sue Mi Terry, de 54 años, quien es una reconocida exanalista de la CIA y especialista en política de Corea del Norte, se enfrenta a graves acusaciones de actuar como agente no registrada del gobierno de Corea del Sur. La acusación formal fue presentada por un gran jurado de Nueva York y se hizo pública el 17 de julio de 2024. Terry enfrenta dos cargos principales: no registrarse como agente extranjera y conspirar para violar la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA).
Según la acusación, las actividades de Terry como agente habrían comenzado en junio de 2013, aproximadamente cinco años después de dejar su puesto en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de Estados Unidos. Se alega que Terry se reunió en múltiples ocasiones con un "manejador" no identificado y, bajo la dirección de funcionarios del gobierno surcoreano, promovió las posiciones políticas de Corea del Sur a través de artículos y apariciones en medios.
Terry también es acusada de haber divulgado información no pública del gobierno de Estados Unidos a oficiales de inteligencia surcoreanos y de haber facilitado el acceso de estos funcionarios a sus contrapartes estadounidenses. Como compensación por sus actividades, Terry habría recibido bienes de lujo como un bolso de Louis Vuitton valorado en $3,450, un abrigo de Dolce & Gabbana de $2,845, cenas en restaurantes con estrellas Michelin y más de $37,000 en fondos encubiertos para un programa de políticas públicas sobre asuntos coreanos que dirigía.
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Terry tiene una destacada carrera profesional, trabajando como analista senior de la CIA desde 2001 hasta 2008 y como directora de Asuntos de Corea, Japón y Oceanía en el NSC bajo las administraciones de George W. Bush y Barack Obama. Nació en Seúl y se trasladó a Estados Unidos a los 12 años, obteniendo su doctorado en la Fletcher School of Law and Diplomacy de la Universidad de Tufts en 2001. Hasta la presentación de la acusación, Terry era investigadora principal en el Council on Foreign Relations, donde fue puesta en licencia administrativa no remunerada después de conocerse la acusación.
En su defensa, el abogado de Terry, Lee Wolosky, calificó las acusaciones de infundadas y aseguró que Terry ha sido una crítica del gobierno surcoreano durante el período en cuestión. "Una vez que se aclaren los hechos, se evidenciará que el gobierno cometió un error significativo", afirmó Wolosky. Mientras tanto, el Council on Foreign Relations ha retirado su biografía del sitio web y ha expresado su disposición a cooperar con cualquier investigación.
La ley estadounidense exige que los ciudadanos que actúan en nombre de gobiernos extranjeros se registren como agentes según la FARA. La acusación sostiene que Terry actuó como tal sin cumplir con este requisito, lo cual constituye un delito. Este caso se produce en un contexto de creciente atención sobre la influencia extranjera en la política estadounidense y sigue a otros incidentes de supuesta colusión entre funcionarios estadounidenses y gobiernos extranjeros. Terry es una de las pocas especialistas que ha trabajado de cerca con diferentes administraciones estadounidenses en temas relacionados con Corea del Norte y Corea del Sur, lo que resalta la gravedad de las acusaciones en su contra.