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EE.UU., Colombia, Brasil y México Exigen a Maduro que Muestre las Actas Electorales o Pacte una Salida

Las recientes elecciones presidenciales en Venezuela, donde Nicolás Maduro fue declarado ganador, han generado un fuerte llamado internacional para un recuento de votos transparente y una solución negociada. Estados Unidos, Colombia, Brasil y México lideran la presión sobre el gobierno chavista para la divulgación de las actas de los centros electorales.

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EE.UU., Colombia, Brasil y México Exigen a Maduro que Muestre las Actas Electorales o Pacte una Salida

Las recientes elecciones presidenciales en Venezuela, donde Nicolás Maduro fue declarado ganador, han generado un fuerte llamado internacional para un recuento de votos transparente y una solución negociada. Estados Unidos, Colombia, Brasil y México lideran la presión sobre el gobierno chavista para la divulgación de las actas de los centros electorales.

"Pedimos una revisión completa del proceso electoral para asegurar la democracia en Venezuela"

- Expresó António Guterres, secretario general de la ONU.

1/8/2024

Las elecciones presidenciales celebradas en Venezuela han desencadenado una oleada de reacciones tanto a nivel nacional como internacional. Nicolás Maduro, actual presidente del país, fue proclamado vencedor con un 51,2% de los votos, lo que equivale a casi un millón de votos de diferencia sobre su principal contrincante, Edmundo González Urrutia, quien obtuvo el 44,2%. Sin embargo, estas elecciones han sido ampliamente denunciadas como un fraude electoral, lo que ha suscitado serias dudas sobre la legitimidad del proceso y el resultado final.

La comunidad internacional, encabezada por Estados Unidos, Colombia, Brasil y México, ha solicitado insistentemente que el gobierno venezolano muestre las actas de los centros electorales para aclarar las numerosas dudas sobre los resultados. La ONU, la Unión Europea y varios países han secundado este llamamiento a la transparencia electoral. Con el creciente temor de que el Gobierno de Venezuela haya perpetrado un fraude durante las elecciones presidenciales del domingo, en las que Nicolás Maduro fue declarado vencedor, se está buscando unasalida negociada para el chavismo. "Estamos hablando de la operación política más crucial y compleja de este siglo en América", afirma una fuente familiarizada con estas conversaciones de alto nivel.

Las protestas internas contra los resultados electorales no se hicieron esperar y han sido fuertemente reprimidas por las fuerzas del orden. Hasta la fecha, se han documentado 20 asesinatos y más de 1.000 detenciones de manifestantes. El aumento de la presencia policial y militar en Caracas ha generado un ambiente de tensión y temor entre la población.

Paralelamente, António Guterres, secretario general de la ONU, ha subrayado la necesidad de transparencia en el recuento de votos: "Pedimos una revisión completa del proceso electoral para asegurar la democracia en Venezuela". Los líderes de varios países latinoamericanos están en conversaciones urgentes con el gobierno de Maduro para evitar un incremento de la violencia y buscar una salida negociada a la crisis.

En respuesta a las presiones, Nicolás Maduro ha solicitado al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que realice una auditoría de las elecciones. Sin embargo, la legitimidad de esta entidad judicial está en entredicho debido a su alineación con el chavismo, lo que ha generado más inquietudes respecto a la imparcialidad del proceso.

El clima de desconfianza hacia el proceso electoral es evidente. Los intentos por revivir acuerdos previos que buscaban un traspaso de poder sin traumas han sido desafiados por el chavismo. La administración de Biden ha advertido que su paciencia se está agotando y ha insistido en la necesidad de claridad sobre los resultados electorales.

La situación es crítica, con la comunidad internacional preocupada por una posible polarización violenta en el país. Las negociaciones continúan, pero la situación política y social de Venezuela permanece incierta y volátil.

Las miradas están puestas en cómo se desarrollarán las conversaciones y si se logrará una solución que lleve a una mayor transparencia y respeto a la voluntad popular.

Algo Curioso

"Pedimos una revisión completa del proceso electoral para asegurar la democracia en Venezuela"

- Expresó António Guterres, secretario general de la ONU.

Aug 1, 2024
Colglobal News

Las elecciones presidenciales celebradas en Venezuela han desencadenado una oleada de reacciones tanto a nivel nacional como internacional. Nicolás Maduro, actual presidente del país, fue proclamado vencedor con un 51,2% de los votos, lo que equivale a casi un millón de votos de diferencia sobre su principal contrincante, Edmundo González Urrutia, quien obtuvo el 44,2%. Sin embargo, estas elecciones han sido ampliamente denunciadas como un fraude electoral, lo que ha suscitado serias dudas sobre la legitimidad del proceso y el resultado final.

La comunidad internacional, encabezada por Estados Unidos, Colombia, Brasil y México, ha solicitado insistentemente que el gobierno venezolano muestre las actas de los centros electorales para aclarar las numerosas dudas sobre los resultados. La ONU, la Unión Europea y varios países han secundado este llamamiento a la transparencia electoral. Con el creciente temor de que el Gobierno de Venezuela haya perpetrado un fraude durante las elecciones presidenciales del domingo, en las que Nicolás Maduro fue declarado vencedor, se está buscando unasalida negociada para el chavismo. "Estamos hablando de la operación política más crucial y compleja de este siglo en América", afirma una fuente familiarizada con estas conversaciones de alto nivel.

Las protestas internas contra los resultados electorales no se hicieron esperar y han sido fuertemente reprimidas por las fuerzas del orden. Hasta la fecha, se han documentado 20 asesinatos y más de 1.000 detenciones de manifestantes. El aumento de la presencia policial y militar en Caracas ha generado un ambiente de tensión y temor entre la población.

Paralelamente, António Guterres, secretario general de la ONU, ha subrayado la necesidad de transparencia en el recuento de votos: "Pedimos una revisión completa del proceso electoral para asegurar la democracia en Venezuela". Los líderes de varios países latinoamericanos están en conversaciones urgentes con el gobierno de Maduro para evitar un incremento de la violencia y buscar una salida negociada a la crisis.

En respuesta a las presiones, Nicolás Maduro ha solicitado al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que realice una auditoría de las elecciones. Sin embargo, la legitimidad de esta entidad judicial está en entredicho debido a su alineación con el chavismo, lo que ha generado más inquietudes respecto a la imparcialidad del proceso.

El clima de desconfianza hacia el proceso electoral es evidente. Los intentos por revivir acuerdos previos que buscaban un traspaso de poder sin traumas han sido desafiados por el chavismo. La administración de Biden ha advertido que su paciencia se está agotando y ha insistido en la necesidad de claridad sobre los resultados electorales.

La situación es crítica, con la comunidad internacional preocupada por una posible polarización violenta en el país. Las negociaciones continúan, pero la situación política y social de Venezuela permanece incierta y volátil.

Las miradas están puestas en cómo se desarrollarán las conversaciones y si se logrará una solución que lleve a una mayor transparencia y respeto a la voluntad popular.

Las elecciones presidenciales celebradas en Venezuela han desencadenado una oleada de reacciones tanto a nivel nacional como internacional. Nicolás Maduro, actual presidente del país, fue proclamado vencedor con un 51,2% de los votos, lo que equivale a casi un millón de votos de diferencia sobre su principal contrincante, Edmundo González Urrutia, quien obtuvo el 44,2%. Sin embargo, estas elecciones han sido ampliamente denunciadas como un fraude electoral, lo que ha suscitado serias dudas sobre la legitimidad del proceso y el resultado final.

La comunidad internacional, encabezada por Estados Unidos, Colombia, Brasil y México, ha solicitado insistentemente que el gobierno venezolano muestre las actas de los centros electorales para aclarar las numerosas dudas sobre los resultados. La ONU, la Unión Europea y varios países han secundado este llamamiento a la transparencia electoral. Con el creciente temor de que el Gobierno de Venezuela haya perpetrado un fraude durante las elecciones presidenciales del domingo, en las que Nicolás Maduro fue declarado vencedor, se está buscando unasalida negociada para el chavismo. "Estamos hablando de la operación política más crucial y compleja de este siglo en América", afirma una fuente familiarizada con estas conversaciones de alto nivel.

Las protestas internas contra los resultados electorales no se hicieron esperar y han sido fuertemente reprimidas por las fuerzas del orden. Hasta la fecha, se han documentado 20 asesinatos y más de 1.000 detenciones de manifestantes. El aumento de la presencia policial y militar en Caracas ha generado un ambiente de tensión y temor entre la población.

Paralelamente, António Guterres, secretario general de la ONU, ha subrayado la necesidad de transparencia en el recuento de votos: "Pedimos una revisión completa del proceso electoral para asegurar la democracia en Venezuela". Los líderes de varios países latinoamericanos están en conversaciones urgentes con el gobierno de Maduro para evitar un incremento de la violencia y buscar una salida negociada a la crisis.

En respuesta a las presiones, Nicolás Maduro ha solicitado al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que realice una auditoría de las elecciones. Sin embargo, la legitimidad de esta entidad judicial está en entredicho debido a su alineación con el chavismo, lo que ha generado más inquietudes respecto a la imparcialidad del proceso.

El clima de desconfianza hacia el proceso electoral es evidente. Los intentos por revivir acuerdos previos que buscaban un traspaso de poder sin traumas han sido desafiados por el chavismo. La administración de Biden ha advertido que su paciencia se está agotando y ha insistido en la necesidad de claridad sobre los resultados electorales.

La situación es crítica, con la comunidad internacional preocupada por una posible polarización violenta en el país. Las negociaciones continúan, pero la situación política y social de Venezuela permanece incierta y volátil.

Las miradas están puestas en cómo se desarrollarán las conversaciones y si se logrará una solución que lleve a una mayor transparencia y respeto a la voluntad popular.

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