El reciente estudio, publicado en la revista Immunity, ha revelado que el ayuno puede tener un efecto notable en la capacidad del sistema inmune para combatir el cáncer. Durante la investigación, los ratones que tenían células tumorales fueron sometidos a un régimen de ayuno que consistía en dos períodos de 24 horas de ayuno por semana. Los científicos observaron que este régimen de ayuno tuvo un impacto significativo en las células asesinas naturales (NK), un tipo de célula blanca crucial para combatir tanto tumores como virus.
El ayuno hizo que las células NK cambiaran su fuente de energía, utilizando ácidos grasos libres en lugar de glucosa. Este cambio metabólico permitió que las células se volvieran más efectivas en su respuesta anticancerígena. Asimismo, se notó que las células NK se redistribuyeron a través del cuerpo de los ratones, migrando hacia la médula ósea. En la médula ósea, las células fueron expuestas a altos niveles de interleucina-12, una proteína que amplifica la respuesta inmunitaria contra el cáncer. Las células asesinas naturales (NK) son un tipo especializado de glóbulo blanco que juega un papel vital en la defensa del cuerpo contra tumores y infecciones virales, haciendo que su optimización mediante ayuno represente una notable innovación en investigaciones oncólogicas.
A pesar de estos hallazgos prometedores, los investigadores subrayan la importancia de que cualquier régimen de ayuno sea supervisado por un médico, especialmente cuando se trata de pacientes con cáncer. "Es fundamental que estos hallazgos sean confirmados en humanos antes de sacar conclusiones definitivas", indicó el Dr. Xianxin Hua.
El estudio plantea también nuevas preguntas sobre si todas las células NK pasan por el mismo proceso de reentrenamiento metabólico a lo largo de sus vidas. La reprogramación del metabolismo de estas células podría ser una vía eficaz para mejorar la inmunoterapia contra el cáncer, una estrategia que ya está siendo explorada en diversas investigaciones y tratamientos clínicos.
El descubrimiento del Memorial Sloan Kettering Cancer Center abre un camino prometedor para futuras investigaciones sobre cómo intervenciones como el ayuno pueden modular el sistema inmunitario para combatir de manera más eficaz el cáncer. Sin embargo, la transición de estos hallazgos en ratones a aplicaciones prácticas en humanos requiere una investigación profunda y rigurosa.
El uso del ayuno para mejorar las funciones de las células NK podría significar una nueva frontera en la lucha contra el cáncer, proporcionando un método adicional para complementar las terapias existentes y potencialmente mejorando los resultados para los pacientes. Pero estos avances hacia la posible implementación en humanos son aún preliminares, y se necesita un enfoque cauteloso para traducir la teoría en práctica clínica.