La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha tomado la decisión de incluir a Israel en su lista global de Estados y grupos armados que han cometido violaciones contra niños. Este informe, basado en extensas investigaciones a lo largo de ocho meses de conflicto en Gaza, resalta que aproximadamente 13,000 niños están entre los 36,500 muertos en el transcurso de este conflicto. La decisión de la ONU se basa en diversas denuncias, incluyendo asesinatos, mutilaciones, abuso sexual, secuestros, reclutamiento de niños, negación de acceso a la ayuda humanitaria y ataques directos a escuelas y hospitales.
El informe de la ONU revisado detalla que el porcentaje de víctimas mujeres y niños, inicialmente informado en un 69%, ha sido ajustado al 52%, reflejando una actualización importante en las cifras reportadas. Este ajuste, aunque significativo, no reduce la gravedad de las acusaciones y los impactos que las acciones militares han tenido sobre la población civil, especialmente en Gaza.
Israel ha expresado una fuerte desaprobación frente a esta inclusión, con el Primer Ministro y el Ministro de Relaciones Exteriores advirtiendo que esta decisión podría deteriorar las relaciones entre Israel y la ONU. Ambos funcionarios han calificado la decisión como injusta y han afirmado que distorsiona la realidad del conflicto en Gaza, poniendo en tela de juicio la imparcialidad y el contenido del informe internacional.
El impacto de esta decisión de la ONU ha resonado a nivel global, generando una división de opiniones entre los derechos humanos y los defensores de Israel. Mientras que diversas organizaciones de derechos humanos aplauden la medida, señalando que era un paso necesario para visibilizar y tratar las violaciones cometidas contra niños, los defensores de Israel argumentan que el informe no refleja con precisión el contexto y las acciones de autodefensa de Israel contra grupos armados en Gaza.