Mali, el elefante que fue bautizado por los activistas como uno de los "más tristes" del mundo, ha fallecido en el zoológico de Manila, donde vivió casi toda su vida en solitario. Durante más de cuatro décadas, Mali fue la principal atracción del zoológico de Manila y se ganó el cariño de generaciones de filipinos. Sin embargo, su solitaria existencia fue una preocupación constante para los defensores de los derechos de los animales.
La tristeza y la soledad de Mali atrajeron la atención de figuras internacionales como Sir Paul McCartney, quien instó a las autoridades a trasladarla a un santuario de elefantes. La muerte de Mali, anunciada por la alcaldesa de Manila, Honey Lacuna, en un video de Facebook, ha reavivado los recuerdos felices de la infancia de muchos que la visitaron en el zoológico.
El viernes pasado, Mali fue vista frotando constantemente su trompa contra una pared, un indicativo de dolor, según el veterinario jefe del zoológico, Dr. Heinrich Patrick Peña-Domingo. A pesar de los esfuerzos por aliviar su sufrimiento con antihistamínicos y vitaminas, Mali falleció esa misma tarde. Una autopsia reveló que padecía cáncer en algunos de sus órganos, así como una obstrucción en su aorta.