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El Kremlin atrae a Trump con promesas de riqueza: empresas de EE.UU. habrían perdido US$ 324.000 millones al salir de Rusia

El Kremlin ha enviado un mensaje claro a la administración Trump, destacando que las empresas estadounidenses han perdido cientos de miles de millones de dólares al cesar sus operaciones en Rusia tras la invasión de Ucrania. Las reuniones en Arabia Saudita reflejan un esfuerzo ruso por reanudar relaciones económicas.

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El Kremlin atrae a Trump con promesas de riqueza: empresas de EE.UU. habrían perdido US$ 324.000 millones al salir de Rusia

El Kremlin ha enviado un mensaje claro a la administración Trump, destacando que las empresas estadounidenses han perdido cientos de miles de millones de dólares al cesar sus operaciones en Rusia tras la invasión de Ucrania. Las reuniones en Arabia Saudita reflejan un esfuerzo ruso por reanudar relaciones económicas.

“La vía económica permite la diplomacia, permite la comunicación, permite victorias conjuntas, permite el éxito conjunto”

– Expresó Kirill Dmitriev, director del fondo soberano de riqueza de Rusia.

4/3/2025

Kirill Dmitriev, director del Fondo Ruso de Inversión Directa, presentó un impactante informe financiero sobre las pérdidas estadounidenses en Rusia durante una reunión sostenida en Arabia Saudita con funcionarios de la administración Trump. Según el documento, las empresas estadounidenses habrían perdido un total estimado en $324.000 millones debido a su retirada de Rusia tras el inicio del conflicto en Ucrania. El informe desglosó las pérdidas en $123.000 millones para el sector de tecnologías de la información y medios de comunicación, seguido por $94.000 millones en consumo y atención sanitaria.

El presidente ruso, Vladimir Putin, elogió a los funcionarios estadounidenses en la reunión, remarcando un cambio de actitud hacia Rusia. Afirmó que no se plantearon críticas al pasado y subrayó el avance hacia colaboraciones más profundas en sectores como la energía y la exploración espacial, además de destacar el potencial de cooperación en los mercados energéticos globales.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, señaló que había gran interés en "eliminar barreras artificiales" y expresó expectativas sobre el posible levantamiento de sanciones estadounidenses, impuestas desde 2014 y endurecidas tras la invasión a Ucrania en 2022. Esta perspectiva fue compartida por Marco Rubio, secretario de Estado bajo Trump, quien insinuó que un acuerdo de paz con Rusia podría ser la llave para reactivar históricas oportunidades económicas entre ambas naciones.

En contraste con su trato a aliados tradicionales, Trump ha adoptado una postura más conciliadora con Rusia. La administración ha dado señales de que el fin del conflicto en Ucrania podría ser suficiente para restaurar esas relaciones. Esta actitud ha generado temor en Europa y Ucrania, que ven riesgo en un acuerdo de paz favorable a los intereses rusos. En este contexto, Trump sugirió incluso que Ucrania tuvo responsabilidad en la guerra.

La estrategia económica de Rusia apunta a persuadir a Trump, conocido por priorizar ganancias materiales. Dmitriev, cercano a Putin, actuó como emisario clave en esta ofensiva. Este exbanquero tiene además vínculos estrechos con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman. En las reuniones destacó beneficios de la colaboración en el sector petrolero ruso y en el desarrollo de la región ártica.

Para Rusia, el regreso de empresas estadounidenses es también cuestión de maximizar activos. Las estimaciones de pérdidas incluyen no solo amortizaciones sino "ganancias no percibidas." Hasta ahora, las empresas occidentales han reportado pérdidas superiores a $100.000 millones desde el inicio de la guerra. Numerosos bienes estadounidenses en Rusia han sido liquidados bajo condiciones impuestas por el gobierno.

Al mismo tiempo, Moscú ha logrado captar la atención de la Casa Blanca como ningún otro gobierno, al ofrecer ganancias económicas sustanciales y el estatus de "pacificador" para Trump si logra poner fin a la guerra. Según Boris Bondarev, exdiplomático ruso que renunció en protesta por la invasión a Ucrania, Putin explota el pragmatismo económico del expresidente: "Trump busca ganancias rápidas que pueda entender de inmediato".

Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, rechazó recientemente la propuesta del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien sugirió que EE. UU. asumiera el 50 % de los recursos minerales ucranianos como compensación por su ayuda en el conflicto. Por su parte, Europa continúa ofreciendo incentivos a través de la OTAN, sin éxito en cambiar la percepción estadounidense de que Europa se beneficia injustamente de la asistencia militar de EE. UU.

El balance es claro: mientras el enfoque ruso es lograr ventajas económicas para atraer a Trump, su discurso, a diferencia de aliados tradicionales, evita la confrontación, lo que ha producido resultados visibles en la recepción de la Casa Blanca.

El comercio entre Estados Unidos y Rusia antes de las sanciones de 2014 era pequeño comparado con el intercambio entre EE. UU., China y la Unión Europea. Sin embargo, las mayores empresas energéticas de EE. UU. realizaron cuantiosas inversiones y consideraban a Rusia como un mercado estratégico.

Algo Curioso

“La vía económica permite la diplomacia, permite la comunicación, permite victorias conjuntas, permite el éxito conjunto”

– Expresó Kirill Dmitriev, director del fondo soberano de riqueza de Rusia.

Mar 4, 2025
Colglobal News

Kirill Dmitriev, director del Fondo Ruso de Inversión Directa, presentó un impactante informe financiero sobre las pérdidas estadounidenses en Rusia durante una reunión sostenida en Arabia Saudita con funcionarios de la administración Trump. Según el documento, las empresas estadounidenses habrían perdido un total estimado en $324.000 millones debido a su retirada de Rusia tras el inicio del conflicto en Ucrania. El informe desglosó las pérdidas en $123.000 millones para el sector de tecnologías de la información y medios de comunicación, seguido por $94.000 millones en consumo y atención sanitaria.

El presidente ruso, Vladimir Putin, elogió a los funcionarios estadounidenses en la reunión, remarcando un cambio de actitud hacia Rusia. Afirmó que no se plantearon críticas al pasado y subrayó el avance hacia colaboraciones más profundas en sectores como la energía y la exploración espacial, además de destacar el potencial de cooperación en los mercados energéticos globales.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, señaló que había gran interés en "eliminar barreras artificiales" y expresó expectativas sobre el posible levantamiento de sanciones estadounidenses, impuestas desde 2014 y endurecidas tras la invasión a Ucrania en 2022. Esta perspectiva fue compartida por Marco Rubio, secretario de Estado bajo Trump, quien insinuó que un acuerdo de paz con Rusia podría ser la llave para reactivar históricas oportunidades económicas entre ambas naciones.

En contraste con su trato a aliados tradicionales, Trump ha adoptado una postura más conciliadora con Rusia. La administración ha dado señales de que el fin del conflicto en Ucrania podría ser suficiente para restaurar esas relaciones. Esta actitud ha generado temor en Europa y Ucrania, que ven riesgo en un acuerdo de paz favorable a los intereses rusos. En este contexto, Trump sugirió incluso que Ucrania tuvo responsabilidad en la guerra.

La estrategia económica de Rusia apunta a persuadir a Trump, conocido por priorizar ganancias materiales. Dmitriev, cercano a Putin, actuó como emisario clave en esta ofensiva. Este exbanquero tiene además vínculos estrechos con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman. En las reuniones destacó beneficios de la colaboración en el sector petrolero ruso y en el desarrollo de la región ártica.

Para Rusia, el regreso de empresas estadounidenses es también cuestión de maximizar activos. Las estimaciones de pérdidas incluyen no solo amortizaciones sino "ganancias no percibidas." Hasta ahora, las empresas occidentales han reportado pérdidas superiores a $100.000 millones desde el inicio de la guerra. Numerosos bienes estadounidenses en Rusia han sido liquidados bajo condiciones impuestas por el gobierno.

Al mismo tiempo, Moscú ha logrado captar la atención de la Casa Blanca como ningún otro gobierno, al ofrecer ganancias económicas sustanciales y el estatus de "pacificador" para Trump si logra poner fin a la guerra. Según Boris Bondarev, exdiplomático ruso que renunció en protesta por la invasión a Ucrania, Putin explota el pragmatismo económico del expresidente: "Trump busca ganancias rápidas que pueda entender de inmediato".

Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, rechazó recientemente la propuesta del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien sugirió que EE. UU. asumiera el 50 % de los recursos minerales ucranianos como compensación por su ayuda en el conflicto. Por su parte, Europa continúa ofreciendo incentivos a través de la OTAN, sin éxito en cambiar la percepción estadounidense de que Europa se beneficia injustamente de la asistencia militar de EE. UU.

El balance es claro: mientras el enfoque ruso es lograr ventajas económicas para atraer a Trump, su discurso, a diferencia de aliados tradicionales, evita la confrontación, lo que ha producido resultados visibles en la recepción de la Casa Blanca.

El comercio entre Estados Unidos y Rusia antes de las sanciones de 2014 era pequeño comparado con el intercambio entre EE. UU., China y la Unión Europea. Sin embargo, las mayores empresas energéticas de EE. UU. realizaron cuantiosas inversiones y consideraban a Rusia como un mercado estratégico.

Kirill Dmitriev, director del Fondo Ruso de Inversión Directa, presentó un impactante informe financiero sobre las pérdidas estadounidenses en Rusia durante una reunión sostenida en Arabia Saudita con funcionarios de la administración Trump. Según el documento, las empresas estadounidenses habrían perdido un total estimado en $324.000 millones debido a su retirada de Rusia tras el inicio del conflicto en Ucrania. El informe desglosó las pérdidas en $123.000 millones para el sector de tecnologías de la información y medios de comunicación, seguido por $94.000 millones en consumo y atención sanitaria.

El presidente ruso, Vladimir Putin, elogió a los funcionarios estadounidenses en la reunión, remarcando un cambio de actitud hacia Rusia. Afirmó que no se plantearon críticas al pasado y subrayó el avance hacia colaboraciones más profundas en sectores como la energía y la exploración espacial, además de destacar el potencial de cooperación en los mercados energéticos globales.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, señaló que había gran interés en "eliminar barreras artificiales" y expresó expectativas sobre el posible levantamiento de sanciones estadounidenses, impuestas desde 2014 y endurecidas tras la invasión a Ucrania en 2022. Esta perspectiva fue compartida por Marco Rubio, secretario de Estado bajo Trump, quien insinuó que un acuerdo de paz con Rusia podría ser la llave para reactivar históricas oportunidades económicas entre ambas naciones.

En contraste con su trato a aliados tradicionales, Trump ha adoptado una postura más conciliadora con Rusia. La administración ha dado señales de que el fin del conflicto en Ucrania podría ser suficiente para restaurar esas relaciones. Esta actitud ha generado temor en Europa y Ucrania, que ven riesgo en un acuerdo de paz favorable a los intereses rusos. En este contexto, Trump sugirió incluso que Ucrania tuvo responsabilidad en la guerra.

La estrategia económica de Rusia apunta a persuadir a Trump, conocido por priorizar ganancias materiales. Dmitriev, cercano a Putin, actuó como emisario clave en esta ofensiva. Este exbanquero tiene además vínculos estrechos con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman. En las reuniones destacó beneficios de la colaboración en el sector petrolero ruso y en el desarrollo de la región ártica.

Para Rusia, el regreso de empresas estadounidenses es también cuestión de maximizar activos. Las estimaciones de pérdidas incluyen no solo amortizaciones sino "ganancias no percibidas." Hasta ahora, las empresas occidentales han reportado pérdidas superiores a $100.000 millones desde el inicio de la guerra. Numerosos bienes estadounidenses en Rusia han sido liquidados bajo condiciones impuestas por el gobierno.

Al mismo tiempo, Moscú ha logrado captar la atención de la Casa Blanca como ningún otro gobierno, al ofrecer ganancias económicas sustanciales y el estatus de "pacificador" para Trump si logra poner fin a la guerra. Según Boris Bondarev, exdiplomático ruso que renunció en protesta por la invasión a Ucrania, Putin explota el pragmatismo económico del expresidente: "Trump busca ganancias rápidas que pueda entender de inmediato".

Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, rechazó recientemente la propuesta del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien sugirió que EE. UU. asumiera el 50 % de los recursos minerales ucranianos como compensación por su ayuda en el conflicto. Por su parte, Europa continúa ofreciendo incentivos a través de la OTAN, sin éxito en cambiar la percepción estadounidense de que Europa se beneficia injustamente de la asistencia militar de EE. UU.

El balance es claro: mientras el enfoque ruso es lograr ventajas económicas para atraer a Trump, su discurso, a diferencia de aliados tradicionales, evita la confrontación, lo que ha producido resultados visibles en la recepción de la Casa Blanca.

El comercio entre Estados Unidos y Rusia antes de las sanciones de 2014 era pequeño comparado con el intercambio entre EE. UU., China y la Unión Europea. Sin embargo, las mayores empresas energéticas de EE. UU. realizaron cuantiosas inversiones y consideraban a Rusia como un mercado estratégico.

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